lunes, 2 de octubre de 2017

DAÑO IRREPARABLE A ESPAÑA

El daño que el problema catalán ya ha causado a España es enorme. Hacía mucho tiempo que nuestro país no era portada de todos los periódicos del mundo, ni siquiera cuando los indignados del 15M llenaban la Plaza del Sol lo fue. Tenemos que remontarnos al 23 de febrero de 1.981 para volver a ver a España como titular de primera página en todos los noticiarios. Los independentistas han trazado y planificado muy bien su hoja de ruta y lo han hecho desde hace mucho tiempo. Primero adoctrinaron a la gente en las escuelas y con los medios de comunicación y fundaciones a su servicio y ahora los han echado a la calle para enfrentarse al Gobierno de España, a la Ley, a la Constitución, a los tribunales y a la Policía y Guardia Civil. No solo los golpistas catalanes han logrado lo que siempre han anhelado, han ganado la batalla mediática. Las imágenes de ayer, con las cargas policiales, acompañan hoy a los artículos periodísticos en toda Europa donde se argumenta que ciudadanos pacíficos que solo querían votar fueron agredidos con violencia por la policía española ¿Alguien duda ya que meterán a Cataluña en la UE y encima pondrán firmes a España, ahora la mala de la película?
Cuando, desde hace mucho tiempo, algunos, pocos, todo hay que decirlo, advertíamos de que esto podía pasar, de que nuestros políticos estaban alimentando un monstruo, se nos tachó de catastrofistas, pero teníamos razón, teníamos toda la razón. También nos dijeron de todo cuando hace algunos meses manifestábamos que había que parar a los golpistas con contundencia, aplicando el Artículo 155 de la Constitución y deteniendo a los cabecillas bajo delito de sedición. Algunos prefirieron aliarse objetivamente con los secesionistas, otros prefirieron mirar hacia otro lado y el Gobierno de España prefirió continuar con la estrategia de seguir a remolque de los acontecimientos. Recordar ahora las palabras de Rajoy y de Sáenz de Santamaría: “actuaremos de forma proporcionada y a su debido tiempo”, “qué estén tranquilos los españoles” suena a sarcasmo y a despropósito. Las imágenes de Puigdemont, Junqueras, Forcadell y compañía esposados y detenidos por la Guardia Civil hubieran tenido un impacto mediático mucho menos perjudicial que las que hoy abren las portadas en los periódicos del mundo y, lo mas importante, era lo que se tenía que haber hecho para revertir la situación.

El cinismo, las mentiras y la hipocresía de los independentistas catalanes ya los conocemos bien los españoles, los llevamos viendo y padeciendo desde hace mucho tiempo, aunque ahora el mundo tenga otra opinión merced a los desastrosos políticos que nos gobiernan. Hoy los españoles somos los malos y los catalanes las víctimas. Los golpistas y Rajoy han logrado que todos visualicen España al revés. Son en las circunstancias históricas excepcionales cuando queda diáfano la verdadera condición y la verdadera competencia de los dirigentes políticos, no necesito argumentar nada al respecto porque los españoles finalmente se han caído del guindo y han descubierto lo inútiles y peligrosos que son todos los que nos han traído hasta aquí. Esta pasada madrugada los golpistas catalanes, que siguen campando a sus anchas, daban los resultados que les pareció  de esa pantomima de referéndum que según Rajoy no ha existido, al tiempo que nos dijeron muy claro, por si alguien no contaba con ello, que los llevarán al Parlament para declarar la independencia. Nuestros políticos nos han engañado y siguen con sus tradicionales bobadas y lamiéndoles las zapatillas a los golpistas mientras España se va a la mierda.

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