SERPIENTES DE VERANO

Hace años se popularizó el término "serpientes de verano" que, como todo el mundo sabe, no tenían nada que ver con los ofidios, sino que eran algo así como noticias inventadas o magnificadas, para que los periódicos tuvieran algo que decir en la época estival, donde solían escasear los acontecimientos relevantes. Pero este verano de 2.012 no tenemos tiempo para destripar, analizar y comentar todo el aluvión de sucesos que están ocurriendo, la mayoría muy graves.
Los incendios siguen arrasando nuestro país, provocando víctimas mortales, sin que se tomen las medidas adecuadas para minimizarlos, arde también Oriente Medio con la guerra que se está desarrollando en Siria y la que vuelve a aparecer en Irak, también el PP ha introducido, precisamente ahora, el debate sobre la contrarreforma de la Ley del Aborto.
Pero no podemos distraernos de lo prioritario, que no es otra cosa que el crítico momento socioeconómico que vive España. Casi a diario tenemos que escribir sobre el asunto y cuando lo hacemos tememos ser demasiado alarmistas y catastrofistas, pero las noticias del día siguiente son tan malas que siempre nos quedamos cortos.
La famosa prima de riesgo y, como ya dice mucha gente, la madre que la parió, sigue su escalada imparable hacia la estratosfera, cuando escribimos estas líneas ha superado los 640 puntos básicos y la bolsa cae mas de un 4%, pero puede que la jornada acabe aún peor. Hasta el mas tonto del pueblo, menos el Gobierno del PP y el principal partido de la oposición, se ha dado cuenta ya de que hay que hacer algo y pronto, porque dentro de muy poco tiempo no podremos colocar mas Deuda y no habrá dinero para pagar los sueldos de los funcionarios ni las pensiones. Que no pierdan mas tiempo en pedir clemencia a los mercados y auxilio al BCE y la la Sra. Merkel, ya nos han dicho todos que resolvamos nosotros nuestros propios problemas.
La gente, mientras tanto, parece que se ha dado un respiro y no presta la atención que sería menester a lo que nos está pasando. Aunque la situación de España está al límite, los ciudadanos continúan con sus actividades como si tal cosa, los jóvenes emborrachándose y matándose en los botellódromos puestos por los ayuntamientos y proliferan las fiestas patronales por cientos de ciudades y pueblos de esta vieja piel de toro, con bandas de música y fuegos artificiales. Todo esto me recuerda al Titanic, cuando su proa ya enfilaba el abismo del gélido mar, mientras sonaban alegres melodías.
¿Será una tregua antes de un septiembre negro, aunque no tanto como el que los palestinos sufrieron a manos de las tropas jordanas?, ya lo veremos.
Quien nos iba a decir que añoraríamos aquellas "serpientes de verano" inofensivas e intrascendentes.