viernes, 20 de julio de 2012

LA GENTE SE ECHA A LA CALLE

Los ciudadanos ya están convencidos de que, si no se movilizan y enseñan los dientes a los que están perpetrando el mayor timo de la Historia, los derechos sociales serán completamente eliminados, los salarios disminuidos, las pensiones recortadas, los horarios de trabajo aumentados y, en fin, el Estado de Bienestar que tanto trabajo costó construir, pisoteado. Por eso han salido el miércoles 19 a la calle con unas ganas y una indignación que no recordábamos. Es cierto que el PSOE y los sindicatos tienen mucha culpa de que España haya llegado a la situación dramática en que nos encontramos, seamos justos y no hagamos recaer toda la responsabilidad en el PP, y de que ahora quieren pescar en río revuelto, pero eso a la gente le importa bien poco; dejemos que hagan su trabajo y usémoslos en nuestro beneficio, ya llegará el momento de ajustar cuentas, parece que se han dicho.
Ya se prepara una huelga general para, probablemente, el viernes 28 de septiembre y Rubalcaba ha cambiado el paso en el Congreso de los Diputados elevando el tono de la discrepancia, después de las críticas que ha tenido en su propio partido, en los medios de comunicación y en los foros sociales por la blandura de su contestación parlamentaria. Pero los manifestantes también clamaban contra los socialistas y es IU y UPyD los que van a sacar provecho de todo esto, porque las fechorías de Zapatero y los suyos van a estar en la conciencia colectiva durante mucho tiempo. Cuando el PSOE celebró su último congreso, ya dijimos que deberían haber hecho una profunda autocrítica y elegido un nuevo secretario general no contaminado por los errores del pasado, con un nuevo discurso y una nueva estrategia política, no lo han hecho y el tiempo dirá hasta que punto eso les pasará factura.
Pero los ajustes de cuentas electorales quedan para un horizonte que se ve muy lejano y los socialistas todavía tendrán tiempo para rectificar; los ciudadanos tienen ahora otros asuntos mucho mas importantes en los que pensar, por eso y porque todo el mundo va a ser necesario para dar vuelta a la actual deriva, no se va a pedir a nadie ningún pedigrí ni que se ponga un cilicio por los muchos pecados cometidos. Los "aliados", de los que hablábamos hace unos días, serán variopintos y tendrán un periodo de gracia mientras sirvan al interés general.
Es posible que la situación de las cuentas del país sea, en efecto, mucho mas grave de lo que se piensa y que el señor Montoro no haya exagerado cuando amenazó con no poder pagar las nóminas de los funcionarios o las pensiones. Con el diferencial de la prima de riesgo acercándose peligrosamente a los 600 puntos básicos, la quiebra del Estado y la intervención de España están a solo un paso.
En este contexto, algunos pensamos que el viaje del Rey a Rusia, acompañado de dos ministros y de altos ejecutivos de varias compañías españolas, no ha sido tanto para intentar aumentar la cooperación industrial y comercial entre ambos Estados, como (aunque, naturalmente, no se ha dicho) para pedir auxilio a Putin y que Rusia compre Deuda española. Es en momentos tan dramáticos cuando se ve el verdadero coste de decisiones tan erróneas como que el Gobierno de Zapatero, con los aplausos del PP, autorizara la instalación en la base de Rota (Cádiz) de una buena parte del componente naval del dispositivo antimisiles de la Iniciativa de Defensa Estratégica, que, naturalmente, como bien saben los rusos, no va dirigido contra Corea del Norte e Irán.
El país se nos cae a pedazos, porque tenemos unos políticos que no dan la talla, pero al menos la ciudadanía empieza a reaccionar.

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