viernes, 6 de julio de 2012

EL ASESINATO DE YASSER ARAFAT

Mientras la crisis económica y sus consecuencias llevan meses casi monopolizando portadas, editoriales y análisis en los medios de comunicación, en el mundo siguen ocurriendo otras cosas a las que debemos prestar toda nuestra atención sino queremos caer en otro tremendo error. En este sentido, la noticia de que Yasser Arafat, el histórico dirigente palestino, pudo haber sido asesinado con polonio, tiene una importancia que intentaremos analizar brevemente.
En el año 2.004, cuando gobernaba en Israel el carnicero Ariel Sharon, ya saben, el que, siendo ministro de Defensa autorizó a las milicias falangistas libanesas a masacrar los campamentos palestinos de Sabra y Chatila (durante mas de 30 horas, los campamentos palestinos fueron iluminados con bengalas del ejército israelí, mientras las falanges cometían asesinatos, torturas y violaciones, la mayoría a ancianos, mujeres y niños; incluso Israel había preparado las bolsas de plástico para los cadáveres antes de comenzar la atrocidad. La Asamblea General de Naciones Unidas, en su resolución 37/123, calificó el acto de genocidio. El responsable material de liderar la matanza, el falangista libanés Helie Hobeica, fue asesinado con coche bomba en 2.002, precisamente cuando iba a testificar sobre lo ocurrido) el presidente de los palestinos vivía, prisionero en su propia tierra, en su residencia de Mukata, en Ramala, rodeado por alambres de espino y un muro de hormigón y bajo custodia del ejército israelí. A sus 75 años, Arafat gozaba de buena salud, pero repentinamente empezó a ponerse enfermo y fue urgentemente trasladado por vía aérea a un hospital de París, donde falleció a los pocos días. Las autoridades palestinas, que tenían fundadas sospechas de que Yasser Arafat hubiera sido envenenado, a sabiendas de la antipatía que le tenía Sharon, quisieron que se hiciera la autopsia, pero su viuda, en una actitud muy extraña, no lo autorizó.
Pero, el mundo da muchas vueltas y hete aquí que la cadena de televisión Al Yazira ha logrado que la viuda de Arafat, Suha, seguramente a cambio de una buena suma de dinero, se aviniera a ceder parte de las ropas y utensilios personales del entonces presidente palestino para que pudieran ser analizadas. Al Yazira no perdió el tiempo y entregó las pertenencias a un prestigioso instituto científico de Suiza, que, sorpresa, encontró restos de polonio, un isótopo radiactivo altamente venenoso en pequeñísimas dosis. El polonio 210, que es el que se encuentra en estado natural, tiene una vida media muy corta, de solo 138,4 días, pero los artificiales polonio 208 y 209 tienen una vida media de 2,9 y 100 años, respectivamente. El polonio 209 es el que causa rápidos y fulminantes estragos en la salud humana y ya fue usado por los servicios secretos rusos para matar al espía traidor Alexander Litvinenko, que había sido captado por el MI6 británico y estaba poniendo en peligro toda la red de espionaje ruso en Europa Occidental. Al presidente ruso, Vladimir Putin, no le importó en absoluto que se supiera cual fue la causa de la muerte de Litvinenko, porque serviría como aviso para navegantes, pero el Mossad ha cometido un error gravísimo al utilizar un veneno cuyos restos tardan un siglo en desaparecer, salpicando ahora a los colaboracionistas franceses y poniendo a sus aliados norteamericanos, que habían hecho grandes esfuerzos por mantener una entente cordial con los palestinos, en un aprieto.
No es la primera vez que el Mossad (servicios secretos de Israel) obtiene un estrepitoso fracaso al enfrentarse a Arafat, ya les ocurrió cuando comandos sionistas intentaron asesinarlo en su exilio de Túnez. Es posible que ahora, el mas querido líder de los palestinos, vuelva a ganar otra batalla después de muerto.
Israel es un estado pirata que lleva muchos años al margen de la legalidad internacional y no es la primera vez que sus servicios secretos planifican y ejecutan magnicidios y todo tipo de operaciones ilegales de alto riesgo si creen que pueden satisfacer sus fines.
Los servicios secretos sirios nos alertaron del atentado que se preparaba contra el presidente Suárez, (D. Adolfo se negaba a que España reconociera el Estado de Israel) pero no se pudo impedir que nuestro presidente fuera apartado del poder por un Golpe de Estado donde Enrique Múgica Herzog (famoso socialista de madre judía) y el general Armada tuvieron mucho que ver.
Francia y EE UU deberían reflexionar, porque están alimentando un monstruo.

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