LOS CULPABLES DE LOS INCENDIOS

Estamos horrorizados ante las imágenes que nos llegan de los incendios que este trágico verano están asolando España. Valencia, Tenerife, La Junquera, etc, decenas de miles de hectáreas arrasadas quizá para siempre. Bosques que tardaron decenios en desarrollarse desaparecen en pocas horas y con ellos miles de animales de todas las especies, sus prisioneros, como diría Félix Rodríguez de la Fuente, de los que nadie se acuerda cuando se transmiten estas terribles noticias. Insectos, pequeños mamíferos, aves, etc, muchos con sus crías, pues están en plena época reproductora, mueren abrasados y los pocos que logran escapar, huyendo despavoridos, agonizarán lentamente, sin su hábitat, muchos arrollados en carreteras y autopistas.
Pero el drama de los incendios no solo destruye nuestra naturaleza, también vidas humanas. Ciudadanos inocentes que vivían en la zona o pasaban casualmente por allí o valientes miembros de las brigadas que combaten el fuego arriesgando su vida para salvar nuestro mas querido patrimonio. Todos los años las infernales cenizas grises se trufan con unos cuantos cadáveres.
Mientras los ciudadanos honrados pagan sus impuestos para que tengamos helicópteros Kamov, esos magníficos aparatos rusos de doble rotor que pueden elevar muchos litros de agua, o los ágiles hidroaviones canadienses Canadair Bombardier, que cargan el líquido elemento en lagos y mares para arrojarlo contra las llamas, pasando entre nubes de humo, mientras los hombres que los pilotan y los que combaten las llamas en tierra, con palas y mangueras, se juegan el pellejo, desaprensivos hacen barbacoas, fuman en el monte o arrojan colillas desde sus automóviles, en unos actos que solo pueden calificarse como negligencia criminal. Pero, como en la mayor parte de la cosas que nos pasan, los verdaderos culpables, los responsables últimos de los incendios son los políticos, que no hacen leyes que impiden que estos se produzcan con un código penal severo. ¿Sabe usted cuantas personas hay en la cárcel por incendiar el monte, incluso cuando se sabe y hay pruebas de que lo hicieron a propósito?, ninguna.
Estos días se habla mucho de que el monte está descuidado, del éxodo del mundo rural a las ciudades, de la primavera-verano extremadamente secos, etc, pero la verdad es que casi el 100% de los incendios lo son causados por el hombre, bien por descuido o por propia voluntad. También se escucha que hace falta concienciar a la gente, mas educación medioambiental, etc, ese discurso del buen rollito, inoperante y cínico, que todos conocemos.
La provocación de incendios forestales, por acción intencionada o por grave negligencia, debería formar parte del paquete de delitos ecológicos contemplados en la Ley de Delitos Sociales que incluiría los delitos fiscales, malversación de fondos públicos, tráfico de drogas, etc, muy duramente castigados por el Código Penal, algo que los políticos que nos gobiernan no tienen la menor intención de sacar adelante. Ellos, repetimos, también son culpables de los incendios.