domingo, 15 de julio de 2012

EL PSOE, IMPOTENTE

El PSOE, principal partido de la oposición, está desaparecido y no precisamente en combate. El miércoles 11 de julio, en el Congreso de los Diputados, el secretario general de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, no solo no dio una contundente respuesta a las medidas antisociales y de brutales subidas de impuestos anunciadas por el presidente Rajoy, sino que se ofreció a pactar con él. Los socialistas han quedado muy tocados tras las derrotas electorales en las elecciones autonómico-municipales y generales. La razón de esas debacles ha sido la pésima gestión de la crisis, los despilfarros, ocurrencias y desastrosa acción gubernamental en general. Pero los problemas de fondo que tienen los socialistas españoles son la pérdida de identidad de sus raíces de izquierda y la pléyade de oportunistas y sinvergüenzas que se han aprovechado de su militancia en un partido histórico para su interés personal. Estos días se ha hablado mucho de la marcha a Nueva York de Leire Pajín y Bibiana Aído, que disfrutarán de cargos muy bien remunerados gracias a las donaciones de dinero público que hicieron sus ministerios cuando ellas usufructuaban el poder, o al sueldo vitalicio que se ha garantizado Patxi López, sabedor de que le quedan dos telediarios como Lehendakari. Pero estos solo son algunos ejemplos de una lista interminable de los que han hecho de la política su modus vivendi y que siguen cobrando salarios de lujo después de dejar el país hecho unos zorros, bien instalados en el Consejo de Estado, como senadores, en muy buenos empleos en la empresa privada que se ha beneficiado de sus políticas, etc. Si a todo esto añadimos que los furibundos ataques contra los mas desfavorecidos los inició Zapatero aquel fatídico 12 de mayo, no debe extrañarnos que, pese a las fechorías de los populares, el PSOE caiga mas en las encuestas que el PP y que las iras de los manifestantes, a los que se quiere dejar al borde de la indigencia, se dirijan por igual a las sedes de ambos partidos.
La estrategia de los que, de verdad, mandan es muy simple, cuando un partido se ha desgastado por sus políticas contra la mayoría social, se recurre al otro para que siga haciendo lo mismo durante una o dos legislaturas. Si alguien rompe el esquema o hace cosas que no entraban en los cálculos de los que mueven las marionetas, como sucedió con Adolfo Suárez, se da un golpe de Estado y punto.
Ahora que la Democracia ha sido sustituida por la Deudocracia y que bajo esa coartada se pretende conseguir un mundo hecho a la medida del gran capital, el juego del bipartidismo que se hecho tan grosero que ha entrado en crisis, por eso en Italia han tenido que recurrir a un Gobierno de tecnócratas y por eso en Grecia ha emergido el partido de izquierda radical SYRIZA, al que se le han puesto zancadillas desde las cancillerías donde gobierna la derecha europea, que son casi todas.
En la coyuntura socioeconómica actual y ante las políticas de la mas rancia derecha, no sirven las tibiezas ni las medias tintas. La gente está muy indignada y aún lo va a estar mas, no solo porque la espiral económica hacia el abismo tendrá otros episodios trágicos, también porque el Estado español se va a enfrentar en breve a un gravísimo problema existencial del que ahora no vamos a hablar, lo haremos a su debido tiempo. Los ciudadanos, ante las circunstancias que les tocará vivir, perderán el miedo y para pasar factura a los que les han amargado la existencia buscarán un ariete político con solvencia ideológica, con las ideas claras y libre de la gangrena de los arribistas.
Después de un Congreso que no ha servido para hacer autocrítica y reaccionar, se anuncia la vuelta a la primera escena política de José Blanco, aprovechándose de que la gente ya ha empezado a olvidar sus mentiras y corruptelas. Pero su tiempo político ha pasado y ahora solo es el ejemplo personificado de un partido impotente, que no ha sabido adaptarse a los cambios y a las nuevas circunstancias que, como les ocurrió a los dinosaurios, dictarán su ocaso.

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