domingo, 15 de julio de 2012

PUCHERAZO EN MÉXICO

El día 1 de julio se celebraron en México elecciones generales, donde se enfrentaban los candidatos del PRI (Partido Revolucionario Institucional) y del Movimiento Progresista, coalición de varios partidos y organizaciones de izquierda. Según los datos del escrutinio el vencedor de los comicios fue el candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, un personaje de escasa cultura y pobre bagaje político, pero un guaperas con pico de oro. Peña era el candidato de la derecha económica nacional e internacional, pero el PRI, partido que ha gobernado México durante 70 años y que tras el paréntesis de 12 años de Gobiernos del PAN estaba empeñado en volver al poder, no las tenía todas consigo y temiendo una derrota ante el Movimiento Progresista y su candidato, Andrés Manuel López Obrador, jefe del Gobierno del Distrito Federal, se dedicó a comprar votos de la manera mas grosera.
Aquí, en nuestro país, también se han comprado votos, pero mas sutilmente, con medidas y ocurrencias que dejaron las arcas del estado vacías y que incluso obligaron a vender una buena parte del oro almacenado en el Banco de España, pero en México, tierra donde la "mordida" es ley y la corrupción norma, no se cortan un pelo a la hora de arrimar el ascua a su sardina.
El Movimiento Progresista que lidera Andrés Manuel López Obrador es un obstáculo para los que quieren poner el petróleo de los mexicanos y la empresa estatal PEMEX en manos extranjeras y para los cárteles de la droga, que hacen y deshacen a su antojo mientras riegan de cadáveres los caminos aztecas todos los días. López, aliado de Cuauhtémoc Cárdenas y del movimiento "yo soy 132" sería un presidente muy incómodo para los delincuentes de guante blanco y para los otros. Cuatuhtémoc Cárdenas es hijo del que fuera presidente de México, Lázaro Cárdenas del Río, el que acogió a los exiliados republicanos españoles que nadie quería y, casualmente, López Obrador es nieto de uno de esos exiliados, un comunista de Cantabria. El movimiento "yo soy 132" es similar al 15M español y adoptó ese nombre porque 131 de sus miembros hicieron un vídeo donde se desmentía que fueran una organización violenta.
Mientras los líderes del Movimiento Progresista se dedicaban a hacer pedagogía en sus discursos explicando a los mexicanos cual es la situación del país y cuales sus recetas para sacarlo adelante, los secuaces del PRI repartían tarjetas prepago de una conocida cadena de grandes almacenes mexicana (Soriana) cargadas con cantidades que oscilaban entre los 100 y los 700 pesos a cambio de votos para su partido.
Tras las elecciones, Enrique Peña Nieto fue proclamado presidente y Obama se apresuró a decir que habían sido unos comicios limpios, pero, al día siguiente del paso por las urnas, las tiendas de los grandes almacenes Soriana se vieron invadidas de clientes con tarjetas prepago, deseosos de cambiar su importe por productos de consumo antes de que pudieran ser descargadas.
Andrés Manuel López Obrador ha denunciado el masivo fraude electoral y la gente se ha echado a la calle para manifestarse, pero no ha servido de nada. Enrique Peña Nieto ya es el presidente de México, aunque, como en otras muchas partes, tiene tras de sí a los "hombres de negro".

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