¿SALIR DEL EURO?

A estas alturas, todo el mundo está convencido de que la salida de Grecia de la Eurozona es cuestión de poco tiempo, porque sino fuera así el país no podría hacer frente a los pagos a funcionarios y pensionistas en breve. Este va a ser un duro golpe para la UE, no tanto económico, que también, como político y de prestigio. El euro se debilitará, mientras el dólar, la libra y el yen, monedas de países mucho mas endeudados que los de la Eurozona, se reforzarán a su costa. Todo gracias a las maniobras de los especuladores, a los analistas económicos a sueldo de los nuevos piratas y a la política económica suicida de la canciller alemana Ángela Merkel, que ha estado financiando la hipoteca de la reunificación de manera ventajosa, pero a costa de poner a los países del Sur contra las cuerdas.
A pesar de todas las "reformas", es decir, pérdida de derechos sociales, subidas de impuestos, disminución de salarios, dinero público para la banca, etc, a que han sometido a los españoles los Gobiernos de Zapatero y Rajoy, el diferencial de la prima de riesgo con Alemania ya pone intereses a nuestra Deuda que no se van a poder pagar. Además, las políticas erróneas que se han cebado en las rentas del trabajo y en el poder adquisitivo de los ciudadanos han terminado de hundir el mercado interno. La puntilla la ha puesto el brutal abaratamiento del despido, una ocurrencia en sintonía con las políticas neoliberales mas rancias, precisamente las que nos han abocado a la actual situación. Ha cundido el pánico entre los trabajadores.
Para mucha gente la llegada al Elíseo del líder socialista francés Françoise Hollande ha sido una especie de bálsamo. Satisface escucharle hablando de ecología y de una nueva política económica para Europa que ponga el acento en el crecimiento y no tanto en la contención del gasto. Pero, que quiere que le diga, yo pienso que España debe tomar sus propias decisiones y, antes de que sea demasiado tarde, sus propias iniciativas. Además, aunque mucha gente dirá que nada tiene que ver la vida personal y privada con la pública, el nuevo presidente de Francia es un heterodoxo del que yo, al menos a priori, no me voy a fiar. Eso sin mencionar quién iba a ser el candidato socialista francés, si no lo hubiera impedido la denuncia de la camarera de un hotel de Nueva York, y de qué nacionalidad es la presidenta del FMI.
España ya no va camino del pozo, sino de su fondo, y hay que tomar medidas excepcionales porque la situación lo requiere.
Pocos son hoy los que se atreven a plantear siquiera una salida de España del euro, sería de locos, dicen. El Sr. Julio Anguita, que también se opuso a la entrada en la moneda única, es el que mas alto y claro habla del asunto. El tiempo ha sido un juez insobornable en algunas cosas que decía el antiguo coordinador general de IU, puede que también lo sea en este.
Para decirlo sin rodeos ni florituras, si no aparece dinero a raudales, España se va a encontrar en una situación dramática en muy poco tiempo y, una de dos, o el BCE empieza a fabricar papel moneda y se inyecta directamente en la inversión, empezando por la pública (política keynesiana) o nos salimos de la moneda única y lo hacemos nosotros mismos desde el Banco de España. Ya verá usted como a medida que la situación económica de nuestro país se agrave serán legión los que se apunten a esta tesis, pero el tiempo corre en contra de nuestros intereses como Estado y como pueblo.