miércoles, 30 de mayo de 2012

ORDÓÑEZ SE VA

Tras casi 6 años al frente del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez abandona su cargo para no comparecer en el Congreso de los Diputados a dar explicaciones sobre su pésima gestión y sobre el inexistente control que se ha hecho de las operaciones financieras relacionadas con la burbuja inmobiliaria de las Cajas de Ahorro, que están llevando al país a la situación mas difícil desde que estalló la crisis, con el IBEX 35 por debajo de los 6.300 puntos y con el diferencial de riesgo con el bono alemán por encima ya de los 515 puntos básicos.
Quién no recuerda a este individuo dando lecciones a los españoles y defendiendo las mas duras políticas contra los trabajadores, como las sucesivas reformas laborales, las bajadas del salario de los funcionarios o la congelación de las pensiones, mientras sus ingresos anuales eran de 194.148 euros. D. Miguel Ángel, como otros muchos socialistas, aborrece la izquierda, es un hipócrita y, para colmo, también es un irresponsable que ha permitido que los políticos convirtieran la Banca Pública en la bancarrota.
Mientras crece la indignación de los pequeños accionistas de Bankia al ver como se esfuman sus ahorros, mientras empiezan a aparecer voces discrepantes en la ejecutiva del PSOE (que se hayan hecho públicas ha irritado sobremanera a Rubalcaba), mientras los creadores de opinión ya se están posicionando contra el despotismo que nos gobierna, el bipartidismo se pone de acuerdo para no crear una comisión de investigación que saque a la luz las responsabilidades personales y las fechorías que han cometido muchos sus destacados militantes, que han estado al frente de los consejos de administración de las Cajas de Ahorros de toda España y Fernández Ordóñez, como las ratas, abandona el barco poco antes de que lo echen a gorrazos para que sirva de chivo espiatorio.
Como cantan los niños, educadamente, en ese conocido villancico a quien no les da el aguinaldo, nosotros también diremos: Sr. Ordóñez, que usted lo pase bien, mientras, eso sí, le regalamos un buen corte de manga.

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