ASTURIAS AMENAZADA

El ministro de Hacienda, señor Montoro, ha amenazado a Asturias con la intervención, pero nuestra región ha hecho los deberes en la reducción del déficit, no es la que mas Deuda tiene, ni por volumen ni por porcentaje sobre el PIB, ni tampoco parece razonable el argumento de falta de dirección política, porque, guste o no guste, existe y, además, faltan pocos días para que se forme un nuevo Gobierno.
El Ejecutivo asturiano, que todavía preside Francisco Álvarez-Cascos, ha visto en las declaraciones de Montoro una injerencia intolerable en las negociaciones para la formación de un nuevo Gobierno, y seguramente es cierto, pero IU, por ejemplo, lo ha visto en otra clave, la de la falta de respeto que se tiene con nuestra tierra, y eso también es acertado. Este asunto no es nuevo, porque ya el anterior Gobierno socialista que presidía Zapatero se olvidó de los compromisos adquiridos con Asturias, en las fechas para la finalización de las obras de la Variante de Pajares o de la Autovía del Cantábrico, pero, aunque no afectan a cosas tan importantes, las mentiras y las tomaduras de pelo fueron muchas más.
En estos momentos Asturias tiene un problema político para establecer una mayoría parlamentaria estable, pero ni mucho menos es el mas importante, aunque sí afecta a los demás. Lo verdaderamente dramático es que tenemos 100.000 parados, el año pasado han cerrado 3.000 comercios y pequeñas empresas y a la minería y siderurgia, pilares fundamentales de la actividad económica de la región, les quedan dos telediarios.
Cuando, hace ya años, decíamos que era una locura seguir confiando en la supervivencia de la actividad minera y que los Fondos Mineros no se podían gastar en carreteras, sendas verdes, museos ridículos, etc, sino en la creación de un nuevo tejido industrial que permitiera ir cerrando pozos sin que ello significara un trauma socio-económico para las cuentas, no se tuvieron en cuenta nuestras opiniones, es más, a día de hoy, cuando los mineros (muchos ya solo están cobrando la mitad de su salario) están sufriendo en sus carnes lo que no se ha querido evitar, los partidos políticos regionales todavía siguen defendiendo la minería. Hay una excepción gloriosa, de la UPyD, la única fuerza política que siempre ha tenido el valor de decir que ese era un tremendo error.
UPyD también avanzó hace días una idea que, para mí, no es ninguna tontería, la de un Gobierno de concentración donde participaran todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria. Sí, ya sabemos que lo normal es el juego Gobierno-Oposición, pero debemos ser conscientes que estamos en una situación excepcional que todavía se va a agravar mas a medio plazo y que va a ser imperativo sumar todas las energías posibles para encarar lo que se nos viene encima. En ese pacto también tendrían que estar los sindicatos, los representantes empresariales y todas las organizaciones sociales que puedan aportar algo.
Asturias es una pequeña región con escasa población y con poca importancia dentro del conjunto del Estado. Si no nos unimos como una piña en defensa de nuestros intereses y los defendemos con uñas y dientes, seremos laminados. Pero, claro, eso no será posible sin la presión ciudadana y mediática.