domingo, 5 de febrero de 2012

RUSIA Y CHINA ENSEÑAN LOS DIENTES

Con su veto a la resolución que pretendía condenar al Gobierno sirio, Rusia y China han impedido que las potencias occidentales dispusieran de una excusa legal para intervenir militarmente en Siria.
Cuando Francia presentó una resolución similar que solicitaba al Consejo de Seguridad mandato para "una exclusión aérea en Libia", con el pretexto de salvaguardar las vidas de la población civil, la OTAN aprovechó ese resquicio legal para bombardear Libia, asesinar a su jefe de Estado y quedarse con su petróleo. Esta vez no va a suceder lo mismo.
La resolución fue presentada por Marruecos y apoyada por EE UU, Francia y Gran Bretaña, miembros permanentes del Consejo de Seguridad, y también por los temporales Alemania, Colombia, Portugal y Togo y por algunos miembros de la Liga Árabe, como Arabia Saudí, Libia, Bahrein, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Jordania, Kuwait y Omán, también se sumó Turquía. Un detalle que no debe pasar inadvertido es que, no por casualidad, USA tiene bases militares en todos esos países, excepto Francia, que, eso sí, también es miembro de la OTAN y tiene un Gobierno derechista que está destacando últimamente por su belicosidad y su prurito colonialista.
Tampoco es baladí recordar que algunos de los que ahora se preocupan por el conflicto civil sirio, como Bahrein, han reprimido a sangre y fuego las revueltas populares que se han producido en su propio suelo hace muy poco tiempo, con la inestimable ayuda de las tropas de Arabía Saudí, otra nación donde impera la democracia. También que mientras el imperialismo nos quiere convencer de sus intenciones humanitarias en Siria, como hizo en Libia, el sátrapa presidente de Yemen, Alí, Abdallah Saleh, que ha teñido de sangre su país, se recupera plácidamente en los Estados Unidos de América de las secuelas de un atentado.
Llevar precisamente al foro de la ONU el conflicto sirio es de un cinismo mayúsculo, pues su propia carta fundacional preserva la soberanía de los estados, con el veto de Rusia y de China en el Consejo de Seguridad, que cuentan con el apoyo de todos los países de la Alianza Continental, las potencias occidentales se ven privadas de la legalidad internacional para imponer sanciones o intervenir en los asuntos internos de Siria.
Para nadie es ya un secreto, sin embargo, que las fuerzas que luchan contra el Gobierno de Siria, como ocurrió en Libia, cuentan con dinero, armas, logística e inteligencia proporcionada por la OTAN y que Israel también está poniendo su grano de arena, pues la desestabilización de Siria y la imposición de un Gobierno títere va en su propio beneficio. Lo que ya es menos conocido es que, como desde hace mucho tiempo, EE UU y sus aliados siguen colaborando con Al Qaeda para la organización de grupos armados, como hicieron en Afganistán, en Bosnia, en Kósovo, en Libia, etc, los rusos dicen que también en sus repúblicas del Caúcaso.
Dejémonos de tonterías, la OTAN no son las hermanitas de la caridad y la buena samaritana que va por el mundo para imponer la democracia, es una organización militar al servicio del imperialismo cuyos fines son solamente económicos y estratégicos. Siria es una pieza mas del ajedrez mundial donde Irán es el próximo objetivo. Rusia y China lo saben.

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