viernes, 10 de febrero de 2012

LA REFORMA LABORAL DEL PP

El Gobierno acaba de anunciar cuales van a ser las líneas maestras de su reforma laboral, que se va a tramitar como Proyecto de Ley, para que puedan ser introducidas enmiendas en caso de consenso con otras fuerzas políticas. También se ha anunciado una próxima reunión con los agentes sociales para darles mas detalles.
En esta reforma laboral, recuerde usted que no hace mucho el Gobierno socialista de Zapatero había hecho otra, hay importantes puntos a destacar:
1- En primer lugar se abarata el despido improcedente rebajándolo de 45 a 33 días por año, con un máximo de 24 mensualidades, respetando los derechos adquiridos de los trabajadores que ya tienen contrato indefinido, que seguirá siendo de 45 días por año hasta la fecha de la publicación de la ley y de 33 días desde que aparezca en el BOE. La indemnización por despido procedente será de 20 días por año con un máximo de 12 mensualidades.
2- Se fomentará la contratación indefinida de jóvenes y parados de larga duración con bonificaciones de hasta 4.500 euros.
3- Se crea una cuenta de formación gracias a la cual los trabajadores podrán tener hasta 20 horas de formación anuales pagadas por la empresa.
4- Se establece un contrato indefinido para emprendedores y empresas de menos de 50 trabajadores.
5- Se incluye una bonificación de 3.000 euros para los autónomos que contraten a un trabajador menor de 30 años que se encuentre en situación de desempleo.
6- Las Empresas de Trabajo Temporal podrán actuar como agencias de contratación.
7- Se establece un contrato de aprendizaje para menores de 30 años (se rebajará a 25 años cuando el desempleo baje del 15%) donde estos realizarán las prácticas en las propias empresas, como el modelo dual, de Alemania.
8- Se modifica la normativa para que no se puedan encadenar contratos temporales durante mas de 24 meses a partir del 1 de enero del 2.013.
La reacción del PSOE, IU y de los sindicatos mayoritarios, como ya había adivinado Rajoy, ha sido anunciar movilizaciones.
Pero, para ser sinceros, esperábamos cosas mas fuertes, ataques mas brutales contra los trabajadores. Comparada con las reformas de Zapatero, la del Gobierno del PP parece casi progresista. Porque, conviene recordar que los socialistas elevaron la edad de jubilación a los 67 años, subieron de 15 a 25 el cómputo para esa prestación, aprobaron que se pudieran encadenar indefinidamente los contratos temporales, etc, además de congelar las pensiones y bajar los sueldos a los funcionarios. Cuando sucedían aquellas cosas la reacción de los sindicatos fue la convocatoria de una huelga general descafeinada, no se dijo contra quién, que, como era de esperar, acabó en un estrepitoso fracaso.
Rebajar la indemnización por despido improcedente de 45 a 33 días por año para los nuevos contratos indefinidos no es ningún drama para los trabajadores jóvenes, que viven ahora en el marasmo de los contratos temporales a la carta (mas del 95%), algunos en unas condiciones draconianas. Tampoco que las Empresas de Trabajo Temporal conviertan la contratación en otro área de negocio, porque no se sabe si es peor esto o lo que sucedía hasta ahora con el INEM, que servía para cualquier cosa menos para procurar trabajo a los parados.
Hay, sin embargo, un apartado peligroso que será necesario cambiar, es donde dice que el despido será procedente, con solo 20 días de indemnización, si la empresa acumula 9 meses de descenso de ingresos. Eso puede ser terrible para los trabajadores porque todas las empresas de España están en esa situación.
En resumen, aunque esta reforma laboral del PP no va a solucionar el problema del paro y está trufada con algunas medidas que cuesta aceptar desde la izquierda, es bien intencionada, no agrede demasiado a los trabajadores y dará algunos frutos.
Lo que está claro es que los sindicatos, viendo como compadreaban con los que sí zurraban de lo lindo a los proletarios, no tienen el pretexto suficiente para llamar a los trabajadores a movilizarse, salvo porque, eso sí, los nuevos contratos de aprendizaje con prácticas en las propias empresas les van a privar de los suculentos ingresos que recibían de las administraciones para la formación. Quizá a eso se refería Rajoy cuando se temía una huelga general.

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