viernes, 24 de febrero de 2012

LAS ELECCIONES DEL 25 DE MARZO

Dentro de pocos días, los asturianos podrán ejercer nuevamente el derecho al voto, será la tercera vez en menos de un año que lo hacen. Pero el presidente del Principado, Francisco Álvarez-Cascos, no ha convocado nuevas elecciones por gusto, sino porque el PSOE y el PP, en una alianza contra natura, no han dejado otra salida. No estamos hablando de la lógica labor democrática de oposición, sino del pacto de la FSA y el PP regional con el único objetivo de descabalgar al partido de Cascos del Gobierno y volver al pasado, a los años donde gobernaban los socialistas, con la muletilla de IU, sin oposición alguna, porque el PP de Gabino de Lorenzo y Ovidio Sánchez tenía otras preocupaciones que no eran precisamente poner en dificultades al Gobierno de la pseudoizquierda.
Todo el mundo sabe que fue la enmienda a la totalidad de los Presupuestos presentada por el PP y votada también por el PSOE (IU al menos tuvo la decencia de abstenerse) la que obligó a la prórroga presupuestaria de unas cuentas que no estaban hechas ni por este Gobierno ni para estos difíciles tiempos, eso fue lo que obligó a disolver el Parlamento y convocar elecciones y el PPSOE son los únicos responsables de castigar la paciencia de los asturianos, porque ni siquiera se plantearon presentar enmiendas parciales que pudieran ser negociadas.
Al carecer de un presupuesto ajustado a los gastos a los que hay que hacer frente, el Ejecutivo asturiano ha pedido a la Junta General que permita una partida de endeudamiento para que la región no entre en quiebra técnica, pero la oposición también lo ha negado, hasta tal punto llega la irresponsabilidad y el electoralismo suicida del PPSOE a costa de nuestra sufrida tierra.
En mayo del año pasado, Foro Asturias, un partido hecho en pocos meses, marcó un hito histórico al arrebatar el Gobierno de Asturias y algunos ayuntamientos, como el importantísimo de Gijón, a los socialistas. Lo curioso y lo que produjo esa hecatombe fue la paradoja de que el partido que acababa de fundar Francisco Álvarez-Cascos no solo sacó votos del centro-derecha, también del asturianismo y hasta de la izquierda. Eso no sucedió porque sí, fue porque existía un hartazgo muy fuerte entre la ciudadanía de esta comunidad autónoma y un rechazo latente hacia las políticas y los modos de gobernar que imperaban en Asturias. Foro se convirtió en el ariete que los asturianos utilizaron para castigar al PSOE y al PP.
Pero, reconozcámoslo, casi nadie pensaba que el partido de Cascos iba a hacer la política que ha hecho, seria y responsable y diciendo siempre la verdad a la gente. Y mucho menos que su praxis estaría presidida por muchas decisiones que solo podemos calificar de progresistas. Los propios presupuestos que PP y PSOE se cargaron apostaban por la inversión y por el mantenimiento de todos los servicios sociales básicos, a pesar de la grave crisis económica en que estamos inmersos. Pero Foro Asturias también paralizó el loco proyecto de la macroincineradora de Serín, impuso la fiscalización de las cuentas del Niemeyer (dinero público que gestionaba a su antojo una fundación privada) limitó los gastos de la RTPA, cambió los coches oficiales de alta gama por otros mucho mas baratos, quitó centenares de teléfonos móviles cuyas llamadas se cargaban a los contribuyentes y, entre otras muchas cosas, reclamó al Gobierno central los mas de 800 millones de euros que se deben a Asturias de los Fondos Mineros y que los socialistas se habían olvidado de pedir a Zapatero. En estos momentos, ante la negativa de Rajoy a entregarlos, el Gobierno asturiano ha acudido a la vía judicial.
Esta campaña electoral será sucia, porque el Tripartito, al carecer de argumentos, hará todo lo posible por enfangarla. Los que están metidos hasta el cuello en la corrupción de la anterior Consejería de Educación, de las prácticas neomafiosas de Sogepsa o del escándalo de Villa Magdalena ya han pretendido, sin conseguirlo, poner a funcionar el ventilador de la mierda.
Con el nuevo Gobierno de Cascos, cientos de personas cuyo modus vivendi era la política se han quedado en paro y están dispuestos a todo con tal de volver al añorado pasado. Pero serán los asturianos los que decidirán si quieren que se consolide el cambio que forzaron en mayo del pasado año.
Foro Asturias o el Tripartito, usted decide.

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