RAJOY HURTA A ASTURIAS LOS FONDOS MINEROS

Una de las primeras decisiones que tomó el Ejecutivo regional de Foro Asturias, ese del que algunos dicen que no hace nada, fue reclamar los Fondos Mineros que estaban pendientes de transferir, mas de 800 millones de euros que la coalición PSOE-IU que gobernaba el Principado no se preocupó de reclamar a Zapatero.
A la fechoría se ha unido ahora el Gobierno central que preside Rajoy, una decisión arriesgada, porque si Cascos vuelve a ganar las elecciones el 25 de marzo, o incluso antes, es muy probable que Foro Asturias presente una demanda ante los tribunales, bien en España o en las instituciones europeas, y D. Mariano tenga que dar a los asturianos lo que es nuestro, intereses incluidos.
Contra el Gobierno de Foro Asturias no solo se han unido, como una piña, los del Tripartito, impidiéndole sacar adelante los Presupuestos, también el Gobierno de la nación, tan comprensivo para las demandas económicas del señor Mas y tan cicatero para dar a nuestra región lo que le corresponde. Sin embargo, Mercedes Fernández, recién elegida diputada por Asturias, no ha dicho absolutamente nada sobre el asunto, ni en el Congreso de los Diputados, ni a sus superiores en Madrid, mostrando un servilismo que pone en cuestión su anunciada candidatura para enfrentarse a Cascos en las próxima elecciones de marzo, al soslayar los intereses de Asturias, priorizando otros.
Pero los fondos mineros no pueden escamotearse de los Presupuestos del Estado, porque España los ha recibido en forma de ayudas y subvenciones otorgadas por la UE y también han sido pagados, expresamente, por todos los ciudadanos a través del recibo de la luz. Por eso Rajoy no puede practicar el libre albedrío en la administración de un dinero que ya tiene un destinatario predeterminado.
Pero el presidente del nuevo Gobierno es un imprudente, acaba de obligar a los bancos a proveerse de fondos o solicitar dinero prestado, cuando las entidades financieras ya dan créditos con cuentagotas por falta de suficiente liquidez. También piensa hacer una reforma laboral tan salvaje que ya ha asumido que le puede costar una huelga general. Pero la revolución o el verdadero estallido social no entran en sus cálculos, debería pensar en ello porque ya hay mas de cinco millones de trabajadores, autónomos y pequeños y medianos empresarios que no lo descartan si la situación empeora aún más, diga lo que quiera Merkel y la troglodita derecha europea.
Asturias, desde que el minifundismo de la casería dejó de ser nuestra base económica, siempre ha dependido del exterior, primero fueron empresarios extranjeros los que empezaron a explotar el carbón y luego el régimen de Franco creó Hunosa, como reserva estratégica de energía para España, y Ensidesa, para proporcionar hierro y acero a precios fuera de mercado que permitieran levantar cabeza a la industria que había empezado a crecer con los Planes de Desarrollo. Ahora, la UE ya ha puesto fecha de caducidad a las explotaciones de hulla y el dueño indú de Arcelor, sino al tiempo, levantará el vuelo en cuento las instalaciones de nuestra siderurgia necesiten cuantiosas inversiones para no convertirse en chatarra.
Por eso, los fondos mineros son imperativos para Asturias, para poder recorvertir y diversificar nuestro tejido empresarial y productivo, y por eso es imperdonable que el anterior Gobierno PSOE-IU, que presidía Areces, se dedicara a despilfarrarlos en sendas verdes, museos por doquier y multitud de instalaciones prescindibles y nada prioritarias, en vez de realizar una política de apoyo a las pequeñas y medianas empresas, favorecer la creación de cooperativas y apostar por iniciativas de nueva tecnología, como se hizo, por ejemplo, en el País Vasco, que no por casualidad es la comunidad autónoma con menos paro de todo el Estado.
En las cuencas mineras, que es donde mas se va a notar la hecatombe, en vez de hacer manifestaciones poco operativas, deberían apoyar las demandas que está haciendo el Gobierno del Principado, exigiendo a todas las fuerzas políticas y sociales que también arrimen el hombro para tomar, por ejemplo, una iniciativa conjunta en el Congreso de los Diputados que exija al Ejecutivo de Rajoy pagar lo que se nos debe, como se pagan otras deudas contraídas por el Gobierno anterior.