lunes, 1 de marzo de 2010

IU, LA HORA DE LA VERDAD


Después de meses mareando la perdiz, los gobiernos socialistas tienen que tomar decisiones, en Madrid y en Asturias. El Gobierno del Sr. Zapatero está enfrascado en el Pacto de Estado, quiere comprometer a todo el mundo en las medidas desagradables que quiere tomar para que no le cuesten las próximas elecciones. Esos anuncios a toda página (ya veremos quién los ha pagado) que han aparecido ayer domingo en muchos diarios (decían: "esto solo lo arreglamos entre todos") y que ya llevaban días en la red, lejos de "vender la moto" al personal, son la prueba del nueve de lo que decimos. El problema de la pseudoizquierda es que necesita de cómplices para muchas de sus fechorías. Las derechas nacionalistas ya se han subido al carro porque, como ya han hecho otras veces, esperan sacar tajada. Lógicamente el PP aguardará paciente a que los mismos que nos dijeron que estábamos en el mejor de los mundos nos anuncien sangre, sudor y lágrimas. La estrategia del PSOE es simple, quiere un acuerdo amplio con la mayor parte de las fuerzas políticas y sindicales para dejar aislado al PP, argumentando de paso, como ya se está haciendo, que los populares no quieren arrimar el hombro, vamos, que casi van a ser los culpables de la crisis y del desgobierno socialista. En esta táctica juega un papel importante IU. La izquierda, aunque muy disminuida en el Parlamento, mantiene cierto prestigio entre los trabajadores y sigue "cortando bacalao" en CCOO. Un Pacto de Estado donde no esté UI no sería bueno para Zapatero porque no dejaría al PP en evidencia, en solitario frente a los tejemanejes socialistas. Pero, además, ¿se imaginan ustedes lo que significaría electoralmente para el PSOE que IU y CC OO denunciaran el Pacto como una purga derechista, bajo el dictado del capital, para los ciudadanos?.
En Asturias son otros los problemas. Los dirigentes regionales de IU hace tiempo que han roto con el PCE y, aunque "el partido" ha vuelto a coger las riendas federales de la Coalición, aquí trabajan sin ninguna disciplina, para decirlo de forma caritativa, a su aire. No solo eso, con algunas de sus actuaciones han perdido completamente el norte, como ha sucedido con la compra de viviendas a los constructores con dinero público y con su afición al incremento insostenible del gasto y al aumento estratosférico de la deuda que pagarán las próximas generaciones, si pueden. Quizá en uno de los pocos apartados donde se han mantenido firmes y acertados ha sido el medioambiental. Se han opuesto con gallardía a la línea de alta tensión Sama-Velilla, al embalse de Caleao y a la incineradora de Serín. Lo que mas urge ahora al Gobierno de Areces es cerrar el asunto de la incineradora, no porque el vertedero esté a punto de agotarse, no porque no se pueda reciclar mucho más, no porque, como mal menor, no se pudiera abrir otro vertedero, recuperando el entorno del actual, sino porque hay otros intereses.
IU se encuentra en la encrucijada de mantenerse como una referencia de la izquierda, como una aliada de los ecologistas, como una fuerza, de verdad, de progreso, o caer definitivamente en el "pesebre" socialista y desaparecer. Estamos a la espectativa.

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