miércoles, 9 de diciembre de 2015

AMORES QUE MATAN

Me ha venido a ver la de la guadaña, somos viejos conocidos, enfundada en sus ropas negras y con la herramienta bien afilada. Ya vino a por mí hace muchos años, cuando era niño, y entonces hicimos un pacto: no volvería hasta que la llamara. Pero, se hace la olvidadiza y me ha visitado en varias ocasiones sin invitación. Esta vez se ha puesto demasiado pesada con sus coqueteos y le he tenido que recordar nuestro acuerdo. Todavía tengo unas cuantas cosas que hacer antes de acompañarla.

1 comentario:

  1. Y ya puede esperar sentada la señora oscura, porque tienes muchas cosas todavía que contarnos, querido amigo.

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