viernes, 11 de diciembre de 2015

ATENTADO EN KABUL

El asunto no sería noticia si no fuera porque el ataque ha sido contra la embajada española, ya que atentados en la capital afgana se suceden cada pocos días. Hace ya tiempo que los talibanes cometen atentados en la llamada “zona verde” que es donde se concentran las embajadas extranjeras, entre ellas la española, y los edificios gubernamentales, y lo hacen porque algunos de los que allí trabajan son agentes insurgentes o terroristas infiltrados.
El atentado contra nuestra embajada coincide con el debate sobre el posible incremento de la intervención militar de España en la lucha contra el yihadismo, que ha quedado aparcado durante la campaña electoral, y con el agravamiento de la situación estratégica en Oriente Medio, por el enfrentamiento entre Rusia y Turquía tras el derribo del Suhkoi SU-24.
Paradojas de la Historia, son precisamente los talibanes, creados por la CIA, Arabia Saudí y Pakistán, para echar a los soviéticos de Afganistán, los que atacan la embajada española en Kabul, al tiempo que el presidente ruso, Vladimir Putin, ordena a su ejército que golpee con “extrema dureza” a los terroristas del ISIS en Siria y que responda con contundencia a cualquiera que ponga en peligro el desarrollo de las operaciones. Un aviso a navegantes. Rusia ha puesto en estado de alerta a sus tropas y ha posicionado sus submarinos estratégicos en estado de ataque, para que todo el mundo lo entienda.
Rusia no diferencia la lucha contra los talibanes en Afganistán de la lucha en otros frentes, incluida la campaña siria, contra los yihadistas y es consciente del peligro islamista desde hace mucho tiempo, pues fue la primera en sufrirlo en carne propia en el siglo XX. Aunque en Occidente no se habla de estas cosas y solo parece que ha habido atentados en París, y ahora en la embajada española en Kabul, estos días hubo ataques terroristas en la República de Tayikistán, donde grupos extremistas como el Movimiento Islámico de Uzbequistán, el Movimiento Islámico de Turquestán y franquicias de Al Qaeda han atacado comisarías e instalaciones gubernamentales. Esta guerra empezó hace mucho tiempo en las repúblicas islámicas soviéticas de Asia Central, pero, muchos aún no se han enterado.
El ejército sirio acaba de liberar la ciudad de Homs, la tercera del país, respetando la vida de los yihadistas que se han entregado y permitiendo a los demás huir en autobuses con sus familias, como había prometido el presidente Al Assad. Tras la rendición, que ha estado supervisada por la Cruz Roja y el Creciente Rojo, el Ejército Árabe Sirio  y sus aliados ya preparan la siguiente ofensiva: la de Palmira. Recuperar este enclave no solo es fundamental para partir el espinazo del Estado Islámico y controlar la carretera que discurre junto al río Éufrates, tiene un alto contenido emocional y sentimental para las tropas y para el Gobierno sirios. Allí los criminales del ISIS asesinaron vilmente al anciano que dirigía el parque arqueológico y a otras cuatrocientas personas, en su mayoría ancianos, mujeres y niños. Después expoliaron las ruinas.
Mientras, cazabombarderos británicos y norteamericanos (que, en teoría, actuaban contra el ISIS) han bombardeado al ejército sirio, causando mas de 50 bajas, Turquía sigue masacrando kurdos en el Norte de Siria e Irak y Arabia Saudí ha reunido a los rebeldes para ponerlos de acuerdo en como combatir mejor al legítimo Gobierno sirio, en una grosera intervención, como es su costumbre, en los asuntos internos de otro país. El propio rey saudí los ha recibido en audiencia.
España debe tener muy claro, si no queremos equivocarnos, cuales son los verdaderos amigos y enemigos de los yihadistas.


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