viernes, 30 de diciembre de 2011

EL CÁNCER DE LOS DIRIGENTES IBEROAMERICANOS

El presidente venezolano Hugo Chávez ha vuelto a desatar la polémica con unas declaraciones en su discurso en el patio de honor de la Academia Militar Sudoeste de Caracas, en el que manifestó que los cánceres que están padeciendo varios dirigentes iberoamericanos podrían estar inducidos artificialmente.
Mientras anunció que en el próximo año Venezuela seguiría recibiendo material militar de Rusia, que ha aprobado otro préstamo de 4.000 millones de dólares para el equipamiento del ejército de la República Bolivariana, también dijo que es muy extraño que una buena parte de los mandatarios díscolos con el imperialismo hayan contraído cáncer en los últimos tiempos. En efecto, el ex-presidente de Brasil, Lula da Silva, su sucesora y actual presidenta, Dilma Rousseff, el presidente de Paraguay, Fernando Lugo, el propio Chávez y ahora la recién reelegida presidenta de Argentina, Cristina Fernández, han tenido y tienen que lidiar con esta terrible enfermedad.
Las palabras de Hugo Chávez, calificadas de "horribles" por EE UU, han sido tomadas a chanza por mucha gente, que han manifestado que se inventa conspiraciones. Conviene recordar que también se dijo lo mismo cuando, en plena reunión de los dirigentes Iberoamericanos en Chile, acusó al ex-presidente español José María Aznar de haber compadreado con los golpistas que lo secuestraron y casi lo asesinan, algo que era totalmente cierto. De aquel pleno solo quedó el desagradable incidente del famoso "porqué no te callas" que pronunció indebidamente el Rey D. Juan Carlos.
Pero si alguien tiene experiencia en estos asuntos es el líder cubano Fidel Castro, el comandante sabe que la CIA ha intentado en decenas de ocasiones asesinarle y que incluso barajaron acciones rocambolescas como poner unos polvos en sus zapatos para provocar que se le cayeran los pelos de la barba. Nadie sabe todavía a día de hoy cual fue la extraña enfermedad que obligó a Fidel a dejar sus cargos políticos, pero el deterioro físico que padeció se parecía mucho al que produce algún tipo de envenenamiento o un proceso tumoral, ¿otro?.
Fidel ha tirado de las orejas en varias ocasiones a su amigo Chávez diciéndole con franqueza que es un imprudente, por no decir bocazas, y que tiene una gran facilidad para excitar a sus enemigos con sus discursos y brabuconadas, al tiempo que le advertía de que debía ser mas precavido con los alimentos que ingería e incluso con agujas y otros artilugios que podían portar venenos.
Los envenenamientos de altas personalidades han sido una constante histórica, algunos se han descubierto y otros permanecerán ocultos para siempre y como suele suceder con los misterios habrá declaraciones que parecen inverosímiles y se escribirán libros para malévolos. El caso de la muerte del Papa Juan Pablo I, por ejemplo, mientras jesuítas y miembros del Opus Dei pugnaban por el poder en el Vaticano, es algo de lo que se ha hablado poco. Un vaso de leche caliente que le acercan a la cama, la no autorización para realizarle la autopsia, mientras aparecían cadáveres relacionados con el Banco Ambrosiano, son acciones que dejan en juegos de niños las películas y libros de intrigas ambientadas en la Ciudad Santa que todos hemos visto y leído.
Pero hoy día los servicios secretos cuentan con procedimientos mucho mas sofisticados para asesinar, algunos, como dice Chávez, se descubrirán después de 50 años, pero otros ya son de dominio público, como los que utilizaron los rusos para dar un aviso a otros posibles desertores-delatores con el espía Alexandr Litvinenko, aunque los británicos de MI6 difundieron que fue por investigar el asesinato de la periodista Anna Politkóvskaya. El Polonio 210, un elemento radiactivo muy peligroso, incluso en cantidades de microgramos, fue el protagonista de aquella operación.
No sabemos si lo que ha dicho el presidente de Venezuela tendrá algo que ver con la realidad, pero, a la vista de los precedentes, tampoco es para tomarlo a guasa.

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