martes, 29 de junio de 2010

UNA SENTENCIA JUSTA


Por fin el Tribunal Constitucional ha dictado sentencia sobre el Estatuto de Cataluña, a pesar de las presiones políticas de algunos que tenían la esperanza de que esto no sucediera hasta pasadas las elecciones en esa comunidad autónoma. Hay catorce artículos que no se ajustan al dictado de La Carta Magna, pero lo sustancial es que hay tres apartados fundamentales donde el Constitucional entiende que hay confrontación con la Ley de Leyes. Dice el Tribunal que la declaración de Cataluña como nación no tiene validez jurídica, también hace hincapié en que el Castellano, como lengua del Estado, no puede ser relegado a un segundo término, por último no da por ajustadas a derecho las nuevas normas sobre financiación que contemplaba el nuevo Estatuto. Son tres torpedos bajo la línea de flotación de un texto separatista, excluyente e insolidario con el resto de CC AA del Estado.
La vicepresidenta De La Vega, haciendo de portavoz del Gobierno, se ha congratulado por la sentencia, pero no parece que sus compañeros del PSC y sus aliados de ERC sintonicen la misma frecuencia de onda. El presidente Montilla, con una total falta de respeto a la separación de poderes, ha tocado arrebato y anuncia una manifestación contra la decisión del Tribunal para el día 10 de julio, a la que también se han sumado los sindicatos UGT y CC OO, con mucha mas prisa que para defender a los asalariados y pensionistas, pero es que en Cataluña también viven del "pesebre".
Por culpa de la crisis económica vamos a tener un otoño "caliente" pero, por si la ciudadanía no tuviera con ello suficiente, habrá otras tensiones cuya gravedad y desenlace no nos atrevemos a vaticinar.
Con el transcurrir del tiempo, las políticas irresponsables que el presidente Zapatero estuvo practicando durante años nos han estallado en la cara. Solo un insensato, que ha prometido la Constitución por su conciencia y honor, es capaz, a la vez, de supeditar la política del Gobierno del Estado a las decisiones del parlamento de Cataluña. Solo un imprudente, el propio Secretario General del PSOE, permite que una federación de su partido vuele por libre hasta el punto de amenazarle con votar en el Parlamento y el Senado al margen de la disciplina del partido y en contra del propio Gobierno, solo, en fin, un inconsciente se alía con los que consideran al Estado, a España, enemigos.
Las elecciones autonómicas en Cataluña están a la vuelta de la esquina y algunos políticos ya se han puesto nerviosos. Todas las encuestas vaticinan la derrota del Tripartito, por eso no hay que descartar que los oportunistas, ante la previsible pérdida de sillones, se tiren al monte, en este contexto la sentencia del Tribunal Constitucional les puede servir como pretexto. Si en el conjunto del Estado el PSOE ha perdido completamente el Norte, en Cataluña se han vuelto locos. Tanto el PSC como los medios de comunicación afines y los voceros que les hacen el caldo gordo han mantenido un discurso mucho mas en línea con las tesis radicales nacionalistas que con los postulados, sensibilidad y las ideas, clásicas de la izquierda. En este caldo de cultivo siempre medran los separatistas. Seguramente muchos elegirán al PP como objeto de todas sus iras, mientras CIU esperará paciente ver caer en su mano la manzana madura del poder. En el asunto de la defensa de la unidad del Estado y en no dar ni agua a los que quieren destruir España es donde es imperativo un acuerdo entre los dos grandes partidos, si viviéramos en un país serio, claro.
No ha sido el Tribunal Constitucional el que ha mutilado el Estatuto de Cataluña y puesto las cosas en su sitio, ha sido la Constitución vigente votada por todos los españoles, los magistrados solo han hecho su trabajo, y lo han hecho bien.

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