jueves, 24 de junio de 2010

LA CRISIS LLEGA AL SECTOR PESQUERO


Si alguien piensa que la crisis que padecemos solo es financiera, está completamente equivocado. En los comienzos de este nuevo siglo están aflorando las contradicciones del sistema capitalista, pero también hay una crisis moral y de valores quizá aún mas grave, además, ahora estallan ante nuestras narices problemas que vienen de antiguo, que han ido creciendo y que, como la burbuja inmobiliaria, todo el mundo sabía que tendrían un final traumático, pero nadie hizo nada por evitarlo.
La crisis económica es dramática para mucha gente, para muchos empresarios y para millones de trabajadores, para los parados y sus familias, pero nuestra mayor preocupación, desde hace años, es la crisis medioambiental. Es una tragedia que alguien pierda su trabajo, lo es aún más que mil millones de personas en el mundo se acuesten todos los días con hambre, incluidos centenares de millones de niños, gracias a las "bondades" del "pensamiento único", pero la peor calamidad sería que el planeta Tierra se fuera al carajo, y estamos muy cerca de conseguirlo. Durante mucho tiempo la gente se tomó a pitorreo el calentamiento global, incluidos Aznar y el primo de Rajoy, a pesar de que científicos e intelectuales lo anunciaban alarmados. Ya el Club de Roma, en los años 70, elaboró varios sesudos informes sobre la elevación de la temperatura del Planeta (fueron recopilados en el libro "La Primera Revolución Global") pero no sirvieron para casi nada. También algunos ecologistas, luchadores de a pie, llevan años trabajando en favor de la biosfera, de todos nosotros y de nuestro mundo, sin que nadie les halla reconocido sus esfuerzos y su clarividencia. ¿Desde cuando, por ejemplo, Greenpeace viene defendiendo a las ballenas de la extinción?, pues los japoneses las siguen matando a miles, persiguiéndolas por todos los mares del mundo, utilizando la coartada del interés científico para insultarnos, porque parece que nos consideran idiotas, en nuestra propia cara. Mientras ocurren estas felonías, los pusilánimes, que son los verdaderos culpables de todo lo que nos está pasando, están a sus cosas.
En muchas ocasiones hemos denunciado la sobreexplotación pesquera en el Cantábrico, muchas veces hemos dicho que 700 arrastreros, faenando día y noche en nuestro mar era una práctica insostenible. Hemos alertado del crimen ecológico de "los descartes" ( a veces se tira al agua casi el 70% de las capturas, ya muertas, porque no son comerciales). También hemos visto arrojar al mar toda clase de basuras y vertidos, desde tierra y desde los propios barcos. Muchos pensaban que el piélago lo aguantaba todo. El calentamiento global también ha alterado los ciclos y los cursos de los nutrientes que sirven de base a la pirámide biológica de los océanos, en general disminuyendo el fitoplancton y el plancton.
En los últimos años algunas especies comunes en las aguas de Asturias casi han desaparecido. El besugo, los panchos, la angula, etc. A pesar de la veda de varios años, el bocarte no se ha recuperado porque la biomasa está por debajo del nivel mínimo de supervivencia. Como usted sabe, el pez grande se come al chico, y a la desastrosa costera del bocarte y la sardina, se unirá la disminución dramática de la merluza y quizá la peor costera del bonito de los últimos años.
Los que durante tanto tiempo han participado de la fechoría, han esquilmado los mares, y los políticos que lo han tolerado y no se han preocupado por lo que continuamente se denunciaba, no deberían plantearse ahora negociar ayudas y subvenciones. Los estaremos esperando.

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