Poco sabemos, nos lo van diciendo a cuentagotas, sobre el acuerdo a que han llegado PSOE y PP en el asunto de un nuevo plan energético nacional. Para la ciudadanía solo ha trascendido que los partidos mayoritarios han pactado no subirnos el recibo de la luz en Julio, al contrario de lo que reiteradamente nos habían anunciado, pero nadie del Gobierno ni del principal partido de la oposición ha pormenorizado los detalles y el alcance de la componenda, por algo será. Lo que ya parece claro es que el nuevo Mix Eléctrico se va a parecer poco al actual, dando un mayor protagonismo a la energía nuclear y al gas, paralizando la creación de nuevos parques eólicos y fotovoltaicos y mandando el carbón y el fuel al baúl de los recuerdos. ¿Porqué sucede ahora eso?, pues simplemente porque, en plena crisis, la UE ha tirado de tijera y ha empezado por las subvenciones a la producción de energía. A pesar de la resistencia de Alemania, Polonia y España, ya no habrá mas dinero para el carbón ni para las energías renovables. No va a ser fácil explicar a la gente que toda la política energética que se ha estado haciendo durante años, despilfarrando ingentes cantidades de dinero público, no va a servir para nada, no valla a ser que se nos ocurra pedir responsabilidades, por eso la información se nos dará en pequeñas dosis.
El cambio mas significativo será la rehabilitación propagandística de la energía nuclear, quizá pasemos del "nucleares no, gracias" a un nuevo slogan, "de entrada no". Los que siempre hemos defendido lo que ahora Europa y la crisis imponen tenemos cosas que puntualizar. Una de las razones de que la producción de energía en España sea escasa, cara y, por ende, poco competitiva, es la paralización del Plan Nuclear impuesta en su día por el entonces presidente del Gobierno Felipe González. Intereses de partido y sindicales, el trabajo de ETA y una errónea concepción de las prioridades ecológicas, se sumaron para conseguirla. España, que fue de las pioneras en poner el átomo al servicio civil, solo produce hoy el 18% de electricidad nuclear, mientras se ha disparado la producción de las centrales de ciclo combinado (utilizan principalmente gas) y de la energía eólica, fuertemente subvencionada. La utilización del carbón como mineral generador de energía ha caído en picado. Por encima de todo debemos exigir tres premisas fundamentales para el nuevo Plan Energético: producción a precio razonable, minimizar la dependencia del exterior y proteger el medio ambiente disminuyendo las emisiones de dióxido de carbono. Un Mix eléctrico razonable sería: 30 % para las centrales atomoeléctricas (poniendo en marcha un nuevo Plan Nuclear, con desarrollo tecnológico español, con el objetivo de la sustitución paulatina de los antiguos reactores de cúpula de grafito por los mucho mas potentes, seguros y limpios tipo "Súper Fénix"), un 20 % para las hidroeléctricas, otro 20% para las centrales de ciclo combinado, a base de gas natural importado de Argelia, y un 30 % para las eólicas y fotovoltaicas. Nuestra economía y el medio ambiente nos lo agradecerán.
El cambio mas significativo será la rehabilitación propagandística de la energía nuclear, quizá pasemos del "nucleares no, gracias" a un nuevo slogan, "de entrada no". Los que siempre hemos defendido lo que ahora Europa y la crisis imponen tenemos cosas que puntualizar. Una de las razones de que la producción de energía en España sea escasa, cara y, por ende, poco competitiva, es la paralización del Plan Nuclear impuesta en su día por el entonces presidente del Gobierno Felipe González. Intereses de partido y sindicales, el trabajo de ETA y una errónea concepción de las prioridades ecológicas, se sumaron para conseguirla. España, que fue de las pioneras en poner el átomo al servicio civil, solo produce hoy el 18% de electricidad nuclear, mientras se ha disparado la producción de las centrales de ciclo combinado (utilizan principalmente gas) y de la energía eólica, fuertemente subvencionada. La utilización del carbón como mineral generador de energía ha caído en picado. Por encima de todo debemos exigir tres premisas fundamentales para el nuevo Plan Energético: producción a precio razonable, minimizar la dependencia del exterior y proteger el medio ambiente disminuyendo las emisiones de dióxido de carbono. Un Mix eléctrico razonable sería: 30 % para las centrales atomoeléctricas (poniendo en marcha un nuevo Plan Nuclear, con desarrollo tecnológico español, con el objetivo de la sustitución paulatina de los antiguos reactores de cúpula de grafito por los mucho mas potentes, seguros y limpios tipo "Súper Fénix"), un 20 % para las hidroeléctricas, otro 20% para las centrales de ciclo combinado, a base de gas natural importado de Argelia, y un 30 % para las eólicas y fotovoltaicas. Nuestra economía y el medio ambiente nos lo agradecerán.
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