La ministra de Desempleo (no es
un error) y Seguridad Social, Fátima Báñez, con esa media sonrisa suya, como
reprimiendo la carcajada, ha lanzado un globo sonda, el de computar toda la
vida laboral de los trabajadores para establecer su pensión. No es la primera
vez, ni mucho menos, que se habla de esto, y exactamente igual que socialistas y populares ya habían aumentado los años para ese cómputo,
ahora se pretende aumentarlo al completo. Si las anteriores ampliaciones del cómputo
para establecer la pensión tenían como único objetivo bajar la cuantía de las
pensiones, ampliarlo a toda la vida laboral tiene el mismo
objetivo, por mucho que la ministra nos haya dicho que se podrá escoger. Se
trata de que la cosa suene, que la gente se empiece a mentalizar y luego, zas,
otra vez te doy y casi no te has enterado, porque ya te he ido acostumbrando.
Es la famosa teoría de la rana que ya han convertido en ley: si echas una rana
a una olla con agua hirviendo da un salto y se salva, pero si la echas en una
olla con agua fría y la vas calentando poco a poco la rana se cuece sin
enterarse. Eso es lo que están haciendo con los pensionistas.
Zapatero, a pesar de sus muchas
fechorías, entre ellas congelar las pensiones, subir la edad de jubilación
hasta los 67 años y hasta 25 años el cómputo de la prestación, dejó el Fondo de
Reserva de la Seguridad Social con nada menos que 67.000 millones de euros, un
dinero que se ha pulido Rajoy hasta dejarla con solo 8.000 millones. Es más, el
Gobierno de los populares ya ha pedido varios créditos para no agotar del todo
la hucha de las pensiones ¿se imagina usted presentarse a las elecciones con
ese bagaje, con el hito de haber dejado la hucha a cero? Es mucho mejor
endeudarse y cargar la factura a las siguientes generaciones. Llevan mucho
tiempo contándonos que el sistema de pensiones actual es insostenible y lo
hacen con más énfasis los que hicieron reformas laborales para bajar los
salarios. Salarios de miseria cotizan una miseria. Exactamente igual que el que
fuera gobernador del Banco de España, el socialista de mentira José Ángel
Fernández Ordóñez, nos decía, mientras no fiscalizaba todo lo que estaba
pasando en las Cajas de Ahorro, que lo mejor era que fuéramos pensando en hacer
un seguro privado de pensiones, eso es lo que nos dicen también los conspicuos
del PP y los sesudos economistas de la derecha.
Unos y otros han hecho todo lo posible por cargarse el sistema público
de pensiones y están a un paso de conseguirlo. Es cierto que el sistema ya no
es sostenible y he explicado porque las cotizaciones ya no son suficientes para
financiarlo; se abren entonces tres alternativas: subir los impuestos para
pagar las pensiones, bajar las pensiones un 30% o entrar a saco contra la
economía sumergida y el fraude fiscal, nada menos que entre 60.000 y 80.000
millones de euros al año, según el propio Banco de España, mucho más que
suficiente para pagar las pensiones. La izquierda quiere subir los impuestos,
la derecha bajar ese 30% las pensiones (con subidas anuales de solo un 0,25%,
muy por debajo de la inflación, y ampliando el cómputo de la prestación a toda
la vida laboral) y solo muy pocos, entre los que me encuentro, defendemos sacar
ese dinero del gigantesco fraude que reina en nuestro país, del fraude del que
los políticos no quieren hablar mientras nos engatusan con las corruptelas del
contrario que, comparadas con este, son el chocolate del loro. Yo ya dije al
Sr. Montoro que no necesito más inspectores de Hacienda, que con solo media
docena para toda España tengo suficiente, pero que me deje la Ley y el Código
Penal. Y le prometí acabar en quince días con la fiesta. Pero, claro, al día
siguiente habría varios millones de personas más en las colas del INEM. Esa es
la sociedad que han construido.
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