Los cuentos chinos y los discursos
para imbéciles se terminaron, después de la asonada contra Pedro Sánchez y de
abstenerse para dar el Gobierno a Rajoy, el PSOE mas derechista de su historia tiene
que aprobar el techo de gasto y los Presupuestos del Gobierno del PP si no
quiere que D. Mariano convoque nuevas elecciones generales y envíe a los
socialistas al cuerno. El presidente del Gobierno los tiene bien cogidos por la
entrepierna. Para que el PSOE, ese instrumento tan útil al poder, no acabe totalmente
desprestigiado ante lo que los socialistas van a hacer la derecha necesitaba
lavarle la cara. Con el gallego jabón de sales de La Toja, D. Mariano y los
suyos pretenden higienizar el rostro de Javier Fernández y los golpistas que se
cargaron al secretario general que habían elegido directamente, y por primera
vez, los militantes. Es encantador leer, ver y escuchar como articulistas y
tertulianos derechistas alaban la responsabilidad de este PSOE y como dicen que
han logrado que el Salario Mínimo Interprofesional tenga una gran subida de un
8%, lo nunca visto. Son los verdaderos líderes de la oposición que no se opone
porque sí y que sabe negociar, argumentan.
Pero, la verdad es que el PSOE,
como todos los partidos socialdemócratas de Europa, salvo el portugués (El PSP
gobierna con la izquierda en vez de con la derecha), va camino del abismo y son
los que dirigen las gestora y algunos barones y baronesas regionales los que lo
están logrando ellos/as solitos. Hollande, como las ratas, ya ha abandonado el
barco que se hunde y dejará que Francia se la disputen la ultraderecha y la
derecha ultraliberal. Cuando veas las barbas de tu vecino pelar pon las tuyas a
remojar.
Tras las penúltimas elecciones
generales, el PSOE había hecho un acuerdo con Ciudadanos donde se contemplaba
una subida de solo el 1% del Salario Mínimo Interprofesional (página 33 del
pacto) algo que, como la implantación en España de la “mochila austriaca”, es
decir, que los trabajadores se paguen su propio despido, no quisieron suscribir
ni IU ni Podemos. Por eso, sobre todo, las formaciones políticas de Alberto
Garzón y Pablo Iglesias no dieron la investidura a Pedro Sánchez. ¿Quién no
recuerda ahora las réplicas al discurso de investidura de Sánchez y aquellas
palabras tan duras, y proféticas, que Pablo Iglesias pronunció en aquella
ocasión? “Pedro, no te fíes del de la cal viva”. Ha llovido mucho desde
entonces y, después de que el lobbysta González liderara el golpe contra
Sánchez y que se formara una gestora, que no tiene ninguna prisa en convocar un
congreso ni unas primarias, el PSOE se ha convertido en la muletilla del PP,
asombrando hasta a los de Ciudadanos, a los que Rajoy, cuando no le hacen falta,
ningunea.
Una semana después de que el
Congreso de los Diputados aprobara por mayoría, con el voto a favor de todos
los grupos, incluido el PSOE, y en contra del PP y Ciudadanos, que había que
subir de inmediato el SMI a 800 euros y tres días después de que el PSOE se
comprometiera con los sindicatos a apoyar sus movilizaciones para pedir la
misma subida que había aprobado el Parlamento, los socialistas acuerdan con el
PP una subida hasta solo 707,6 euros, claramente insuficiente y que está muy
lejos de la media de los países mas importantes de la UE. Una subida que los
socialistas pretenden que les sirva de cortada para aprobar el techo de gasto y
los Presupuestos del Gobierno. Mientras, el PP y su aparato mediático aplauden
la responsabilidad del nuevo PSOE y se afanan por dejar el cutis socialista tan
lavado y tan fino como lo deja el jabón gallego que ya menté. Empero, se han
equivocado tanto de cosmético que han usado un estropajo de alambre y dejado la
cara del PSOE no lavada, sino hecha un cristo, ante todos los españoles.
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