jueves, 8 de febrero de 2018

EL TEMPORAL DE NIEVE EN ASTURIAS

El temporal de nieve que padece Asturias ha dejado claro que no nos hemos preparado y que no habíamos hecho los deberes. Este tiempo no era algo extraño en Asturias, la gente mayor todavía recuerda el temporal de 1.963, donde en Gijón la nieve alcanzó los 30 cm. Era normal que muchos pueblos quedaran aislados durante muchos días en pleno invierno y la gente estaba preparada para esa eventualidad. Buenos chorizos en tarros con grasa de cerdo y buenas castañas y patatas en el desván y madera y carbón para la chimenea y la cocina. En la tenada había forraje abundante para el ganado y el hórreo estaba bien pertrechado de maíz para las gallinas. En muchos pueblos incluso convivía la gente con el ganado en las mismas estancias para darse calor mutuamente. Eran otros tiempos y ahora muchas cosas han cambiado. Tendidos eléctricos endebles dejan sin luz y sin electricidad a miles de personas y las placas vitrocerámicas no funcionan con carbón ni con leña. Tampoco hay mucho forraje ni mucho maíz para los animales, porque nos habíamos acostumbrado a inviernos benignos donde casi no sacábamos el abrigo. El cambio climático y el calentamiento global son hechos incuestionables, por mucho que lo duden Rajoy y su primo, pero eso no quiere decir que mientras en Australia se estén achicharrando de calor no pueda haber inviernos muy severos en el Hemisferio Norte, inviernos como este, donde las nevadas en Rusia y en los EE UU no se recordaban tan copiosas desde hace mucho años. Incluso el deshielo en el mar y en los glaciares y los dramáticos cambios en las corrientes marinas podrían tener consecuencias en el enfriamiento local y temporal, en la cantidad de agua en las nubes y provocar fenómenos como gigantescas nevadas o lluvias monzónicas en lugares donde esto no era habitual. Pero, no se ha alcanzado la temperatura más baja desde que existen registros históricos en España, como la del Aeródromo de Calamocha (Teruel) donde el 17 de diciembre de 1.963 se llegó a 30 grados bajo, aunque hemos estado cerca, porque el 18 de enero se alcanzaron los 26 grados bajo cero en la sierra de Calar del Mundo, la más baja que se ha registrado nunca en la provincia de Albacete. Las altas precipitaciones de nieve en Asturias, sin embargo, se han debido más a la cantidad de agua que traían las nubes y a las precipitaciones sostenidas que al frío, pues en la línea de costa no ha nevado y las temperaturas no han sido especialmente frías, otra cosa es la sensación térmica. Las nevadas han dejado en una situación muy delicada a los ganaderos, que han agotado el forraje y que tendrán que comprar pienso. Si ya los precios de la leche en origen eran ridículos, esto puede ser la puntilla para muchas explotaciones. Pero, además del ganado, la fauna salvaje lo está pasando muy mal, porque el inusual espesor de la nieve no les permite encontrar alimento y no pueden ir a los valles más bajos y a la línea de costa por miedo a la presión humana. Para los lobos (tan castigados últimamente) y para los carroñeros esto es una fiesta, porque podrán cazar muy fácilmente y habrá animales muertos por todas partes, pero para los ungulados y la mayoría de aves esto es un verdadero drama. Venados, corzos, gamos, asturcones y demás habitantes del “Paraíso Natural” muriéndose literalmente de hambre porque nadie les tira, al contrario de lo que se hace en otros países, algo de forraje desde helicópteros. No había ningún plan de contingencia, ninguna previsión y por eso miles de personas en dificultades no han tenido ningún tipo de ayuda. Cientos de camiones en la Autopìsta del Huerna bloqueados porque la concesionaria, que bien que cobra los peajes, no tiene los medios necesarios para mantener la vía de comunicación más importante de Asturias con La Meseta abierta y la Variante de Pajares sin fecha de terminación, a pesar de que el presidente del Principado proporcionó gentilmente la investidura de Rajoy. Asturias aislada e incomunicada, ese es el resumen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario