viernes, 9 de febrero de 2018

EL DINERO DE GEORGE SOROS

Cuando algunos decíamos, hace ya meses, que la operación golpista montada por los independentistas catalanes contaba con la financiación del multimillonario y especulador financiero judío con nacionalidad estadounidense y origen húngaro, George Soros, fueron muchos los que nos dijeron de todo menos bonito, porque hay gente que piensa que criticar las fechorías del Estado de Israel y del lobby sionista es ser antijudío, que equivocados están ¿Cómo se puede ser marxista y antijudío, por ejemplo, sin estar loco, cuando Marx era un judío alemán? Este asunto lo explicaba muy bien Manuel García Fonseca, “El Polesu”, hace unos días desde las páginas de “El Comercio”, así que no me voy a extender en él, solo recordar a la derecha que no se puede alinear uno con Israel solo porque la izquierda apoye a los palestinos y que eso hasta el general Franco lo tenía claro. A mí no me extrañaría, si el compadreo de Vladimir Putin con Netanhayu se incrementa, que esa derecha mal informada cambiara de opinión, porque lo de ¡Rusia culpable! para ella es lo primero. En fin, el tiempo es un juez insobornable y siempre pone a cada uno en su sitio. Evidentemente, no decíamos que George Soros y el Gobierno de Israel, estaban interviniendo en el problema catalán por ser antijudíos, porque hubiéramos denunciado lo mismo si hubieran sido otros. Mi interés en este asunto es la unidad de España, no hacer una campaña antijudía.

El que fuera magnífico ministro de Exteriores del Gobierno de España, José Manuel García-Margallo, un gran profesional, un tipo inteligente y muy bien informado, estaba al tanto de los detalles de este complot, lo mismo que los servicios secretos españoles, el CNI. Tanto es así que había llamado al embajador israelí en Madrid para decirle, en Román Paladino, que Israel dejara de meter las narices en nuestros asuntos. El presidente de Israel, en su visita a España, dijo que nada de esto era cierto, pero mintió. La intervención israelí en los asuntos internos de España viene de antiguo y ya llovía sobre mojado, porque nuestros servicios secretos, y no solo ellos, sabían perfectamente el papel que los sionistas habían desempeñado en el golpe de Estado de 1.981 contra el presidente Suárez (no me refiero a la “tejerada”, me refiero al de verdad, al que había apartado a Suárez del poder unas semanas antes de la asonada del 23 de febrero. Suárez se negaba a que España reconociera el Estado de Israel hasta que devolviera los territorios ocupados en la guerra de 1.967, según mandato de la ONU). George Soros había comprometido un crédito-puente de 20.000 millones de euros para financiar los primeros meses de la independencia de Cataluña, porque sabía perfectamente que finalmente las presiones de Alemania y otros países obligarían al Gobierno de España a tragar con la incorporación de ese nuevo Estado a la UE. Cataluña es la comunidad autónoma española más endeudada, debe unos 75.000 millones de euros, unos 50.000 millones al Estado Español y George Soros era totalmente consciente de que no podría devolver el crédito, de eso se trataba. El buen especulador no es el que presta dinero para obtener suculentos intereses, es el que se lo presta al que sabe que no se lo va a poder devolver para quedarse con todos sus bienes, en este caso con Cataluña. Soros también está haciendo todo lo posible por hacerse en España con el control de AENA y de algunos bancos. Exactamente eso mismo había hecho George Soros en Hungría y Ucrania. Algunos ingenuos piensan que un empresario catalán, los militantes del partido de Puigdemont, a escote, y el dinero del FLA son los que están pagando la cara residencia en Waterloo y las correrían del prófugo por Flandes y Bruselas, pues no. La última grosera intervención de George Soros, por si alguien albergaba alguna duda, ha sido la gentil entrega de 450.000 euros para montar una campaña contra el Brexit, no es su primer ataque contra la soberanía británica, pues en el pasado lanzó otro inmisericorde contra la Libra. 

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