miércoles, 3 de julio de 2013

LA PRIVATIZACIÓN DE LA BANCA PÚBLICA

Alrededor de las privatizaciones que se han hecho en España en los últimos años hay verdaderos escándalos que darían para escribir un grueso libro, no solo por la pérdida del control del Estado de sectores estratégicos muy importantes, también por los que se han aprovechado de ese proceso, bien para hacerse con empresas muy rentables a precios de saldo, bien para  encontrar acomodo, muy bien remunerado, en los nuevos entes. La lista de privatizaciones es bastante larga, pero, por las gravísimas dificultades en que ahora se encuentran sus trabajadores, priorizo en mi memoria la de Iberia y la de una buena parte de la Empresa Nacional (ya no) Santa Bárbara.
Los Gobiernos socialistas (deje usted que me ría) de Felipe González empezaron la fiebre privatizadora y los de Aznar, sublimándola, dejaron el patrimonio público bajo mínimos. Eso sí, aunque parezca impresentable, muchos de los políticos que protagonizaron aquellas fechorías desde el Gobierno se sientan ahora en las consejos de administración de las empresas que ellos mismos privatizaron, algunos sin desarrollar ninguna actividad. Varias fueron las artimañas que se utilizaron para engañar a los españoles: nos dijeron que era una exigencia de la UE o que, como nos contó el entonces ministro Piqué, las privatizaciones traerían mas competencia y bajaría el recibo de la luz. Que Estados tan importantes de la Unión como Alemania y Francia mantengan un importante sector público o que la factura eléctrica se haya cuadruplicado en los últimos años demuestra que solo eran patrañas.
Pero, aún no hemos visto el mayor escándalo. Ante la quiebra técnica de las Cajas de Ahorros provocada por la explosión de la burbuja inmobiliaria, el Gobierno de Rajoy se vio obligado a solicitar 40.000 millones de euros de los fondos de rescate de la UE para sanear el sector bancario público, una cifra brutal que están pagando los ciudadanos con sangre, sudor y lágrimas y que, parece ser, no ha sido suficiente, pues ya se está hablando de pedir otros 20.000 millones. Nadie ha sido depurado por la pésima gestión que se hizo, ni siquiera se han pedido cuentas al que era Gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que tenía la obligación de vigilar y supervisar la actividad bancaria. Lo mas fuerte, sin embargo, es que, tras el saneamiento de los nuevos entes que se han creado merced a la fusión de las antiguas Cajas de Ahorro, se pretende ofrecerlas al sector bancario privado y a fondos de inversión extranjeros por mucho menos de su valor real, tanto patrimonial, de activos y lo que ha costado su recapitalización. Huelga decir que se ha puesto a dirigir las nuevas empresas bancarias, todavía públicas, a empleados del sector bancario privado, como, por ejemplo, el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, hasta hace poco en el BBVA, al que el bipartidismo debe mucho. ¡Las zorras a cuidar de las gallinas!
El presidente Rajoy ya nos advirtió que una vez saneado el sector bancario público sería privatizado y algunos ya se están impacientando y reclamando el patrimonio de todos los españoles. Será el mayor timo de la historia de nuestro país.
Los ciudadanos se echan las manos a la cabeza por todo lo que está sucediendo, por los escándalos de Bárcenas o de los ERES falsos de Andalucía, y dirigen su dedo acusador contra los políticos empapelados por los jueces. Pero conviene recordar que esos partidos siguen cosechando millones de votos de los mismos que andan lamentándose y llorando por las esquinas. La privatización de la banca pública será otra gran gota en un vaso que parece no colmarse jamás.


No hay comentarios:

Publicar un comentario