domingo, 26 de diciembre de 2010

LEY ANTITABACO, UN GRAN PASO


Como usted sabe, el día 2 de Enero entrará en vigor en toda España la nueva Ley Antitabaco, que restringe drásticamente los lugares públicos donde se puede fumar. Aunque lo mas llamativo es que los fumadores no podrán ejercer su hábito en bares, cafeterías, discotecas, etc, tampoco es baladí que la prohibición de fumar, que ya existía en algunos sitios, como hospitales, por ejemplo, se extiende a muchos otros, como espacios educativos, paradas de autobús, estaciones y aeropuertos, parques infantiles y, en general, a todos los espacios cerrados de uso público o colectivo, incluidos escaleras y portales comunitarios (en los ascensores ya estaba prohibido).
La nueva Ley es la medida mas importante que ha tomado el Gobierno socialista que preside Zapatero, al que hay que agradecer, junto a los demás grupos parlamentarios de los distintos partidos, que la han apoyado sin ambages, su determinación por encima de intereses de cualquier tipo, excepto la salud de los ciudadanos.
Los conquistadores españoles trajeron de América nuevos productos desconocidos para los europeos, algunos como el pimiento, el tomate o el cacao, por ejemplo, huelga decir la importancia que hoy tienen para todos nosotros, otros, como la patata o el maíz, merecen renglón aparte porque han sido una bendición para las clases sociales mas desfavorecidas, mitigando el hambre endémico que asolaba a los pueblos de la Vieja Europa y salvando muchas vidas. La carne era un lujo reservado a los nobles y las cosechas de trigo, cebada y centeno no eran suficientes para garantizar el sustento de la población. Pero, junto con cereales y tubérculos maravillosos, también se trajo el tabaco. En un primer momento no tuvo casi incidencia, y así fue durante mucho tiempo, hasta que, con la aparición del cigarrillo y la comercialización masiva, se convirtió en un hábito para millones de personas en todo el mundo. Hoy el tabaquismo es la principal causa de muerte y está catalogado como una enfermedad por los foros médicos mas importantes incluida, por supuesto, la Organización Mundial de la Salud. La propaganda que durante años se hizo del tabaco en el cine y los medios de comunicación y las sustancias químicas añadidas para potenciar la adicción, han convertido al cigarrillo en un ingrediente social más, en una droga no demasiado mal vista pero que, como sucede con otras a las que se ha dado otro tratamiento, también convierte en dependientes a los que la usan.
Ni la crisis económica y el paro, ni ninguno de los graves problemas que nos aquejan, tiene tanta importancia como las consecuencias para la salud de los ciudadanos del tabaquismo, baste una cifra, en España mueren 55.000 personas al año por enfermedades relacionadas directamente con el tabaco. En todo el mundo el tabaco ha matado a mas gente que todas las guerras.
No sabemos lo que va a suceder con la aplicación de la nueva Ley y seguramente habrá mas de un problema porque, por encima de la legislación y sus prohibiciones, está la enfermedad que aqueja a tanta gente, hasta el punto que muchos han perdido el libre albedrío. Es frecuente ver a fumadores empedernidos dar rienda suelta a sus necesidades adictivas sin reparar en el perjuicio que ocasionan a otros, incluidos los niños, o como mujeres embarazadas fuman sin parar sin pensar en los problemas que le están ocasionando a su futuro hijo. Por eso y porque la nueva Ley supone un cambio radical obligado en los comportamientos de los fumadores, las autoridades públicas tendrán que ser garantes de su aplicación sin miramientos, imponiendo las multas y sanciones que sean necesarias para que la nueva normativa no se convierta en papel mojado, garantizando el derecho a la salud de todos.
El sector hostelero cree que puede perder muchos clientes, seguramente no va a ser así, cambiarán las costumbres de la gente y incluso aparecerán nuevos consumidores que no acudían a los bares por las nubes de humo permanentes. Muchos trabajadores podrán respirar tranquilos y ya no volveremos a casa con la ropa oliendo a tabaco.
Llegará el día en que el tabaquismo sea un mal recuerdo y el cigarrillo no sea un ingrediente común en las relaciones sociales, mientras tanto garantizar la salud de los no fumadores y dificultar el uso de esta droga a los adictos es un primer gran paso.

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