miércoles, 15 de diciembre de 2010

LA GENTE ESTA CERCA DEL LIMITE


Los datos que estamos recopilando este final de año son escalofriantes, los del paro, por ejemplo, dan miedo y todo parece apuntar que van a abocar a España a una larguísima etapa de necesidad y frustración. Pero nos deben preocupar aún mas algunas cifras macroeconómicas que van a lastrar la economía de este país y de nuestras familias durante años. Un problema gordo es el de la amortización de la Deuda. La alegría con que nuestros gobernantes han gestionado la economía la vamos a pagar entre todos a lo largo de mucho tiempo. Se compraron votos con dinero público y millones de ciudadanos, con su inconsciencia, se apuntaron a la fiesta. La financiación de la deuda española está por las nubes porque, ante la incertidumbre de lo que puede pasar, las agencias de calificación de riesgo y los inversores ya no se fían de nosotros, no echemos la culpa a los especuladores ni a Angela Merkel. Pero lo peor es que la inflación, en una economía muy poco activa, también se está disparando, en Asturias, la comunidad autónoma donde mas ha crecido de España, está en torno al 2,8%. Con las pensiones y los salarios congelados, cuando no disminuidos, las subidas de los precios, en porcentajes parecidos a los años de bonanza económica, son una bomba de relojería que impedirá el crecimiento de la demanda interna con las consecuencias dramáticas que ello lleva aparejado.
Seguimos en el país de los locos, el que continúa en Estado de Alarma, el de los que pretenden criminalizar a colectivos de trabajadores sin entran en el fondo de las cuestiones, como, por ejemplo, que intereses se esconden detrás de las privatizaciones de la pseudoizquierda.
Enero llegará con mas subidas de precios, ya se anuncia la enésima de la luz, cuando acaba de subir el tabaco y las gasolinas vuelven a la estratosfera (además de la subida en origen del crudo, han sufrido varias de impuestas), sin olvidarnos lo que ha significado la del IVA, mientras los ciudadanos cada vez tienen mas vacíos sus bolsillos. Por si todo esto fuera poco, el Gobierno de Zapatero nos anunciará nuevos sacrificios.
Los sindicatos que, ahora sí, ya están viendo las orejas al lobo, se preparan para la batalla. Con el fracaso de la pasada huelga general ya han amortizado sus años de compadreo con el Gobierno socialista. Si definitivamente se pasan al lado de los trabajadores y el enfrentamiento con el Ejecutivo es total y verdadero, lo que ha pasado en Grecia, Italia, Rumanía, Irlanda o Gran Bretaña podría ser una pelea entre niños. La gente está muy cabreada y cerca del límite.

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