lunes, 29 de noviembre de 2010

CATALUÑA, DEBACLE SOCIALISTA


No compartimos ese análisis simplista que se suele hacer después de unas elecciones, cuando se dice que el electorado ha dado tal o cual mandato, porque cada voto tiene motivos particulares que no siempre son coincidentes. Por eso y porque las elecciones de Cataluña tienen la complejidad propia de aquella sociedad, no sería acertado sacar solo una conclusión de los resultados, pero parece claro que los electores han castigado fundamentalmente a los socialistas y han premiado a los nacionalistas moderados y al PP.
Hace meses dijimos que el PSOE ya daba por perdidas algunas elecciones, como las que se acaban de celebrar en Cataluña y las generales que, si no se adelantan, se celebrarán en 2.012. El bipartidismo sabe que cada cierto tiempo es normal la alternancia en el poder y que, gobiernen unos u otros, los cargos públicos, eso que se ha dado en llamar "La Casta", tienen asegurado su modus vivendi, bien en el Gobierno o en la oposición. Zapatero y los suyos se ven incapaces de amortizar los costes electorales de su nefasta gestión de la crisis, precedida por años de ocurrencias y despilfarros. Su objetivo actual pasa por alargar la legislatura todo lo posible con la esperanza de que la coyuntura económica internacional mejore y contagie a España y la derrota electoral no sea catastrófica, es decir, permita seguir disfrutando a los militantes mas destacados de un amplio y suficientemente numeroso grupo parlamentario y a miles de concejales y alcaldes seguir enganchados a las ubres públicas, pero, como se ha visto en Cataluña, esa estrategia, mas que equivocada, es suicida.
La izquierda ha salido fuertemente derrotada, pero unos mas que otros. Yo no considero, para nada, a ERC un partido de izquierda, porque no conozco ningún partido independentista en Europa que lo sea. Debilitar la cohesión del Estado, como hace la Liga Norte en Italia o el Partido Flamenco en Bélgica, no es propio de la izquierda. Por eso, para la gente progresista no debe ser preocupante que ERC sufra un varapalo histórico de los que se beneficia CIU y el partido del ex-presidente del Barcelona fútbol club, Laporta. Es más, el nacionalismo moderado seguramente hará mejor uso de esos votos que los separatistas radicales y a Laporta no le auguramos un futuro político influyente. Tampoco los socios catalanes de Izquierda Unida, ICV, han sufrido un fuerte desgaste gracias a la buena gestión de la consejería de Interior que ha realizado Joan Saura y al protagonismo parlamentario y mediático de su secretario general, Joan herrera. Lo verdaderamente trágico es la derrota de los socialistas del PSC, que obtienen los peores resultados desde la Transición Democrática. Esperaban perder, pero no contaban con la debacle.
Para que no cunda el pánico, el PSOE se va a desgañitar repitiendo que los resultados de Cataluña no son extrapolables al resto de España y que los resultados de las elecciones autonómicas y municipales del próximo Mayo y las generales del 2.012 pueden ser muy diferentes. Nosotros tenemos otra opinión. La gente, como ha demostrado la mayor participación en las elecciones catalanas, está impaciente por votar para castigar al PSOE y a Zapatero y muchos alcaldes y diputados de parlamentos autonómicos pueden recibir en su trasero la patada que los ciudadanos tienen reservada contra las fechorías del presidente. A pesar de lo que hemos visto en Cataluña, quizá los socialistas todavía no son conscientes de lo que les espera.
Si en Cataluña los beneficiarios han sido los de CIU, en el resto de España lo puede ser el PP. Los populares han hecho una inteligente campaña que ha conectado con los problemas reales de los catalanes y han obtenido muy buenos réditos por ello, no era la primera vez que un candidato de Rajoy, como en Galicia Alberto Núñez Feijoó, triunfaba y Alicia Sánchez Camacho, en una arena muy hostil, ha dado el do de pecho.
El apoyo incondicional y acrítico que los socialistas, tanto votantes, militantes, cuadros del partido y cargos públicos, han dado al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero les va a pasar una gran factura, a poco que el principal partido de la oposición sea capaz de sintonizar con el centro sociológico y tenga claros sus candidatos. En Asturias, por ejemplo, es mas que previsible que si se presenta Francisco Alvarez-Cascos, al que pueden llover votos de nichos impensables para la derecha, tanto el PSOE como IU pueden ir a parar a las catacumbas.
Para hacer políticas de derecha, como en Cataluña para hacer políticas nacionalistas, los electores prefieren a la derecha y a los nacionalistas.

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