martes, 3 de agosto de 2010

COMIENZA LA PRECAMPAÑA ELECTORAL


Con su discurso en Valencia de D. Juan, Alvarez-Cascos ha iniciado la precampaña electoral a la presidencia del Principado, que será larga y estará plagada de navajazos traperos. Por primera vez, y como era de esperar, Cascos ha dejado entrever por donde irán los tiros, recordando en su discurso las obras públicas que se iniciaron y terminaron durante el tiempo que estuvo de ministro de Fomento. Las declaraciones de Manuel Fraga poniendo en evidencia la inexistencia del Supermán que pudieran presentar Ovidio Sánchez y la Banda de los Cuatro han servido de catalizador para que la dirección nacional del partido, el propio Rajoy, que ya le ha dado cita, y algunos hombres fuertes del PP, como Javier Arenas, se hallan manifestado por el candidato que clamaban las bases. Hay unos cuantos perdedores en todo este asunto, gente que no ha calculado bien, Gabino de Lorenzo, que capitaneaba el aquelarre, y los cabezas visibles del PP en Gijón, Avilés y Mieres, también el pusilánime Ovidio Sánchez. Unos se han marcado demasiado y se tendrán que ir a su casa y otros deberán envainársela. Pero la preocupación mayor está, sin duda, en las filas de la FSA y en su candidato Javier Fernández.
Del discurso de Cascos sacamos la conclusión de que D. Francisco no piensa personalizar los ataques en la precampaña ni en la campaña electoral, sería absurdo dar cancha y protagonismo a un candidato que, a nivel de calle, es un perfecto desconocido, atacará a los socialistas donde mas les duele, en sus mentiras y sus incumplimientos. El Musel, la Autovía del Cantábrico, el AVE, el Metrotrén, etc, ahí Paco Cascos se va a mover como pez en el agua, por su profesión y por su experiencia política como ministro de Fomento.
Javier Fernández lo va a tener difícil. No se puede ir de rositas y decirnos que no tiene nada que ver con las fechorías del Gobierno de Areces porque el es el Secretario General de la FSA-PSOE y, por tanto, el máximo responsable de las actuaciones de los socialistas en la región. Ante el descrédito del PSOE a nivel del Estado y de Asturias, va a ser muy difícil encandilar al electorado con cuentos chinos, fechas de terminaciones de obras que ya nadie se cree y elucubraciones para el país de Alicia. El otoño y el invierno van a ser muy duros porque reventará ante nuestros ojos toda la mierda que se ha ido acumulando en los últimos años. El problema del carbón, el aumento del desempleo por la paralización de las obras públicas, y las nuevas vueltas de tuerca que el Gobierno de Zapatero propinará a los trabajadores, no van a ser precisamente un bálsamo para las iras de los electores. Pepiño Blanco y Leire Pajín, van a tener que hacer trabajo extra con su dialéctica engañabobos. Tampoco hay que descartar maniobras sucias. Por órdenes del Gobierno la policía lleva meses investigando la vida privada de Alvarez-Cascos, hasta el punto, como el mismo afectado ha declarado, de intentar averiguar si paga de su bolsillo la habitación del hotel durante sus vacaciones. Esta estrategia no es nueva, que se lo pregunten al presidente valenciano Camps. Aunque a usted a a mí nos resulte repugnante la discriminación que hace el Fiscal General del Estado, empapelando a uno por dos trajes y mirando para otro lado en sobrecostes injustificables, falsificación de proyectos de ampliación portuarios, expropiaciones para poner suelo barato en manos de constructores privados y recalificaciones de terrenos escandalosas, no dude que, ante la previsible pérdida de las poltronas, no tendrán ninguna clase de escrúpulos. No habrá programas, habrá vendettas.
También hay movida en la izquierda. La proximidad de las elecciones está provocando la desintegración del proyecto que patrocinaban IU, Bloque por Asturias y Los Verdes. Los miembros de la dirección regional de IU han sido expulsados del PCE, un histórico como Valledor se ha ido a sus cuarteles de invierno, los del Bloque han abandonado sus puestos en el Gobierno del Principado y Los Verdes ya no quieren saber más de Jesús Montes Estrada, "Churruca", antaño tan belicoso con la derecha y hogaño tan comprensivo con los tejemanejes urbanísticos de los socialistas y sus amigos. Solo queda por ver si Jesús Iglesias y Noemí Martín deciden hundirse solos en su barco o acompañados en el del PSOE.
Sí, es verdad que si pensamos en Asturias el panorama es para llorar pero, si somos lo suficientemente irresponsables durante un paréntesis, nos vamos a reír mucho.

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