miércoles, 28 de julio de 2010

LA IZQUIERDA TIENE QUE RESUCITAR


Hoy pensaba escribir sobre como perder las elecciones, reto que parece que se ha impuesto la dirección del PP en Asturias, sobre las declaraciones de Manuel Fraga cuando dice que si no quieren a Cascos es que tendrán algún Superman y, en fin, sobre las andanzas de la Banda de los Cuatro, versión astur, que capitanea el alcalde de Oviedo Gabino de Lorenzo y tolera y consiente el presidente popular en la región Ovidio Sánchez. Paco Cascos tiene suerte porque le están saliendo variopintos defensores, desde el presidente honorífico del PP, que tendrá decrepitud física pero parece que no intelectual, hasta los militantes de base y votantes del principal partido de la oposición y, lo que puede parecer curioso, gente de verdadera izquierda, unos porque no ven otra forma de acabar con el poder del PSOE en Asturias, otros porque tienen ganas de que alguien ponga en su sitio a burócratas y caciques y unos pocos por cosas que no se pueden decir aquí. D. Gabino no tiene ni va a buscar un mirlo blanco porque no le interesa tanto que el PP gane las elecciones como mantener su feudo de Oviedo y campar a sus anchas con sus tejemanejes.
Pero es tan importante y dramático para el futuro de millones de trabajadores lo que está pasando en la tramitación parlamentaria de la Reforma Laboral que hay que alzar la voz y priorizar con este asunto.
Desde que estalló la crisis económica el capital, las derechas y pseudoizquierdas, en santa alianza, parece que se hubieran juramentado para atacar los derechos históricos del proletariado, esa es la forma como pretenden estructurar la sociedad del futuro, el imperio del mercado erigido sobre el sufrimiento de los ciudadanos. La trinchera entre ricos y pobres cada vez es mas ancha, se bajan los salarios, se congelan pensiones, etc. Todo esto pasa porque la izquierda ha desaparecido del espacio político y social, del ámbito cultural y mediático. Hay mucha gente responsable de ello. El PSOE que lidera Zapatero se ha convertido en una organización de oportunistas, sin ideología, que hoy dice digo donde ayer decía Diego con total aplomo. Como muy bien manifestaba en el parlamento catalán el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que los independentistas quieran romper la Constitución y enfrentarse al Tribunal Constitucional se entiende, pero que a la cabeza de los golpistas se ponga el presidente Montilla y el PSC es de juzgado de guardia. Pero las fechorías de los dirigentes socialistas no se quedan aquí, están traicionando a sus propios electores a muchos de sus militantes honrados y a todos los trabajadores. Con la esperanza de conseguir el máximo consenso parlamentario para su Reforma Laboral y compartiendo tesis con las derechas intentar pluralizar sus culpas. El PSOE ha enviado a la comisión un paquete de enmiendas transaccionales entre las que se incluyen cosas como que los trabajadores puedan ser despedidos, con una indemnización de 20 días por año y un máximo de 12 meses, en empresas con "disminución relevante de beneficios". Por si esto fuera poco y cediendo a las presiones del PP y nacionalistas vascos y catalanes, se pretende acabar con los convenios colectivos y que sean las empresas las que negocien individualmente con cada trabajador.
Los sindicatos se equivocaron aplazando la huelga general hasta finales de Septiembre, IU se equivoca no amenazando con romper todos sus acuerdos de gobierno en CC AA y ayuntamientos con el Partido Socialista y, por ello, no presionando suficientemente al Gobierno de Zapatero y mucha gente progesista, que llevan años ejerciendo de pusilánimes, se están equivocando si piensan seguir sin hacer nada.
La izquierda tiene que resucitar, como el Ave fénix, a partir de sus cenizas, o estaremos perdidos.

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