Procedente de su base en la ciudad japonesa de Yokusaka, hoy llega a Corea del Sur un grupo naval norteamericano compuesto por el portaaviones USS George Washington y los destructores de escolta USS McCampbell, USS John S. McCain y USS Lassen, posiblemente los acompañe al menos un submarino de ataque de la clase Los Angeles aunque, como suele ser habitual, no se dan noticias sobre los itinerarios de los sumergibles. El objeto oficial de la visita es la realización de maniobras conjuntas con la marina surcoreana, pero a nadie escapa que el desplazamiento está relacionado con la tensión que se vive en la Península de Corea a raíz del hundimiento, por un torpedo, de la corbeta Cheonan y también del enfrentamiento diplomático entre EE UU y Corea del Norte por la política nuclear de Pyongyang.
Para dar mayor importancia al asunto, al mismo tiempo que el grupo de la Navy, llegan a Seúl el secretario de Defensa Robert Gates y la secretaria de Estado Hillary Clinton. Parece que no solo se quiere dar la impresión de que USA estará al lado de Corea del Sur en cualquier circunstancia, también se pretende una cobertura mediática importante.
Tras el incidente del hundimiento del Cheonan, la República Popular Democrática de Corea manifestó que no tenía nada que ver en ello y que las pruebas del torpedo fueron fabricadas, no sabemos lo que pasó en realidad, lo que si sabemos es que los EE UU históricamente han utilizado incidentes navales como pretexto para conflictos y guerras, como sucedió con el destructor USS Maddox, en el Golfo de Tonkín, que supuso la escalada bélica en Vietnam, o con la explosión en la bahía de la Habana del acorazado Maine y la posterior declaración de guerra a España para arrebatarle Cuba y Filipinas. Tampoco sería la primera vez que la RPDC utiliza sus submarinos en acciones fuera de sus aguas jurisdiccionales, de hecho en el pasado fueron frecuentes las incursiones de minisumergibles para transportar comandos de inteligencia a Corea del Sur.
El despliegue militar norteamericano y las maniobras conjuntas con la marina surcoreana no son el preámbulo de un ataque contra el Norte, la Navy nunca lanza una ofensiva sin desplegar al menos dos portaaviones y lo corriente es que sean tres, se trata de hacerse respetar en esa parte del mundo y lanzar una velada advertencia a China, por su contemporización con el régimen de Kim Jong-il y por sus proyectos para recuperar Taiwan. Sin embargo la correlación de fuerzas ha cambiado en el Mar Amarillo y en Asia manda la Alianza Continental que lideran Rusia y China. Lo cabal habría sido que Obama hubiera pedido a Putin y al primer ministro chino Wen Jiabao un tirón de orejas al mandatario norcoreano y asunto concluido, pero USA no quiere perder su status de potencia hegemónica y de mandamás.
Solo hay alguien a quien los coreanos odian mas que a los japoneses, es a los norteamericanos, a los primeros por las atrocidades que cometieron en su patria antes y durante la Segunda Guerra Mundial y a los segundos porque causaron la muerte de tres millones de civiles durante la Guerra de Corea. Los EE UU no están conjugando el despliegue militar y el diplomático, están haciendo juegos malabares teniendo el fuego en una mano y en otra la gasolina. La RPDC, no es ninguna broma, dispone de un número indeterminado de cabezas nucleares y de sus vectores de ataque, incluyendo misiles estratégicos intercontinentales y de un líder capaz de cualquier cosa.
Nota: características principales del portaaviones USS George Washington:
Clase Nimitz, desplazamiento 97.000 toneladas, eslora 332 metros, dotación aproximada 6.500 hombres, velocidad mas de 30 nudos (56 kilómetros por hora), propulsión por dos hélices, planta motriz dos reactores nucleares Westinghouse con una potencia de 120 MW que le permiten una autonomía ilimitada durante 20 años, porta cerca de 90 aeronaves entre cazabombarderos, aviones de guerra electrónica y helicópteros, también dispone de misiles de crucero y de varias cabezas nucleares tácticas, cuatro radares de alerta y guía de armas y dos de navegación y control aéreo, etc.
Para dar mayor importancia al asunto, al mismo tiempo que el grupo de la Navy, llegan a Seúl el secretario de Defensa Robert Gates y la secretaria de Estado Hillary Clinton. Parece que no solo se quiere dar la impresión de que USA estará al lado de Corea del Sur en cualquier circunstancia, también se pretende una cobertura mediática importante.
Tras el incidente del hundimiento del Cheonan, la República Popular Democrática de Corea manifestó que no tenía nada que ver en ello y que las pruebas del torpedo fueron fabricadas, no sabemos lo que pasó en realidad, lo que si sabemos es que los EE UU históricamente han utilizado incidentes navales como pretexto para conflictos y guerras, como sucedió con el destructor USS Maddox, en el Golfo de Tonkín, que supuso la escalada bélica en Vietnam, o con la explosión en la bahía de la Habana del acorazado Maine y la posterior declaración de guerra a España para arrebatarle Cuba y Filipinas. Tampoco sería la primera vez que la RPDC utiliza sus submarinos en acciones fuera de sus aguas jurisdiccionales, de hecho en el pasado fueron frecuentes las incursiones de minisumergibles para transportar comandos de inteligencia a Corea del Sur.
El despliegue militar norteamericano y las maniobras conjuntas con la marina surcoreana no son el preámbulo de un ataque contra el Norte, la Navy nunca lanza una ofensiva sin desplegar al menos dos portaaviones y lo corriente es que sean tres, se trata de hacerse respetar en esa parte del mundo y lanzar una velada advertencia a China, por su contemporización con el régimen de Kim Jong-il y por sus proyectos para recuperar Taiwan. Sin embargo la correlación de fuerzas ha cambiado en el Mar Amarillo y en Asia manda la Alianza Continental que lideran Rusia y China. Lo cabal habría sido que Obama hubiera pedido a Putin y al primer ministro chino Wen Jiabao un tirón de orejas al mandatario norcoreano y asunto concluido, pero USA no quiere perder su status de potencia hegemónica y de mandamás.
Solo hay alguien a quien los coreanos odian mas que a los japoneses, es a los norteamericanos, a los primeros por las atrocidades que cometieron en su patria antes y durante la Segunda Guerra Mundial y a los segundos porque causaron la muerte de tres millones de civiles durante la Guerra de Corea. Los EE UU no están conjugando el despliegue militar y el diplomático, están haciendo juegos malabares teniendo el fuego en una mano y en otra la gasolina. La RPDC, no es ninguna broma, dispone de un número indeterminado de cabezas nucleares y de sus vectores de ataque, incluyendo misiles estratégicos intercontinentales y de un líder capaz de cualquier cosa.
Nota: características principales del portaaviones USS George Washington:
Clase Nimitz, desplazamiento 97.000 toneladas, eslora 332 metros, dotación aproximada 6.500 hombres, velocidad mas de 30 nudos (56 kilómetros por hora), propulsión por dos hélices, planta motriz dos reactores nucleares Westinghouse con una potencia de 120 MW que le permiten una autonomía ilimitada durante 20 años, porta cerca de 90 aeronaves entre cazabombarderos, aviones de guerra electrónica y helicópteros, también dispone de misiles de crucero y de varias cabezas nucleares tácticas, cuatro radares de alerta y guía de armas y dos de navegación y control aéreo, etc.
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