EL CIERRE DE LAS MINAS

Como pasó con la burbuja inmobiliaria, sucede ahora con la minería del carbón, si todo el mundo sabía lo que, tarde o temprano, iba a acontecer, ¿de qué nos extrañamos que la UE le pone fecha de caducidad?. De la misma forma que la continuada pérdida del poder adquisitivo de los ciudadanos, mientras la vivienda, los alimentos y las materias primas crecían sin cesar, anunciaban a gritos que llegaría un día en que la gente no podría pagar sus hipotecas, la gasificación de Europa, la vuelta a la energía nuclear y las políticas medioambientales mucho mas restrictivas con las emisiones de dióxido de carbono, ponían delante de los ojos, para todo el que quisiera verlo, que la minería del carbón, mucho mas si es deficitaria, tenía los días contados. Nos hemos cansado de decir que había que cambiar el paso y que Asturias tenía que basar su economía, su tejido industrial, en otros sectores, que el futuro de nuestra región se tendría que hacer con nuevos mimbres. Nadie nos hizo ni puñetero caso.
Usted sabe tan bien como yo cuanto dinero ha llegado al Principado en forma de ayudas a la minería. Los Fondos Mineros de la EU, el porcentaje que pagamos en el recibo de la luz, etc. Todos esos millones se tendrían que haber empleado en la promoción y apoyo a la creación de nuevas empresas que fueran una alternativa a la hulla y una apuesta por la supervivencia de los pueblos, de las cuencas mineras. Mucho de ese dinero se ha gastado en proyectos no prioritarios cuando no en cosas pintorescas o ridículas que no vamos a enumerar aquí porque la lista es casi interminable.
La Asturias del carbón se acaba y, también lo hemos dicho, le queda poco a la de la siderurgia. Ahora, políticos y sindicalistas, alcaldes y pseudointelectuales tocan arrebato. Los castilletes oxidados quedarán como monumento al despropósito y a la falta de auténtico compromiso con esta tierra. Los dinosaurios responsables de las penurias que se avecinan tendrán un retiro dorado, unos huirán dentro de poco, otros ya han anunciado su marcha. Los trabajadores que han confiado en ellos deben tener bien presente que estos días se aprobará la Reforma Laboral que establece la indemnización de 20 días por año para las empresas en crisis y que no va a ser posible prejubilar a miles de personas cuando se pretende subir la edad del retiro a los 67 años al resto de los españoles.
Asómbrese usted, los responsables de lo que se nos viene encima no han perdido el tiempo en echar las culpas al PP, que no gobierna ni en España ni en Asturias, y en proteger de las iras ciudadanas a Zapatero. Solo nos queda por ver lo que el Secretario General del SOMA-FIA-UGT, José Angel Fernández Villa, va a decir en Rodiezmo, sabemos que tiene mucha cara pero en esta ocasión se tendrá que sublimar.