miércoles, 6 de diciembre de 2017

LA JUGADA MAESTRA DEL TRIBUNAL SUPREMO

La Justicia Española está actuando muy bien en el proceso catalán, no solo siempre ajustada a Derecho, también de forma inteligente, pues no es la primera vez que en nuestro país hemos visto que estos dos conceptos no siempre van juntos. Es totalmente lógico que el exvicepresident y líder de ERC, Oriol Junqueras, el que fuera Conseller de Interior, Joaquim Forn y los exlíderes de la ANC y Ómniun Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, sigan en prisión, porque no solo fueron los principales responsables de toda la estrategia del golpe, incluidos los medios materiales y humanos para llevar adelante la pantomima de referéndum del 1-O, en base a la que luego los independentistas declararon la independencia en el Parlament, también fueron actores principales en las manifestaciones pseudopacíficas donde se acosó a la Policía y la Guardia Civil y se destrozaron tres vehículos de la Benemérita, vehículos, conviene recordarlo, que estaban siendo usados para una cumplir con un registro ordenado por la autoridad judicial en la Consellería de Economía y en cuyo interior había documentos y armas largas. Pero, los que siguen en prisión preventiva no solo han cometido delitos muy graves, su intención era persistir en ellos y no han sido capaces de convencer al juez Llarena de lo contrario, por mucho que los abogados de la defensa manifestaran que acatarían la Constitución y la aplicación en Cataluña del artículo 155 de la Constitución, un fraude de Ley y una burda mentira para salir de la Cárcel de Estremera y seguir delinquiendo. Pero, donde el juez Llarena se ha sublimado es cuando ha anulado la euroorden de detención que pesaba sobre Puigdemont. El expresident y sus secuaces habían escogido Bélgica para su huida tras el fracaso del golpe de Estado por dos razones: por un lado porque el Ejecutivo Belga está cogido por la entrepierna por los separatistas flamencos y estos impresentables son aliados estratégicos de los exmiembros del Gobern, cenas de compadres incluidas, y por otro porque la legislación Belga es la más favorable de toda Europa no solo para dilatar en el tiempo la extradición a España, eso no es lo más importante, sino para que si Puigdemont es finalmente detenido y extraditado a España no pueda ser juzgado por los delitos de sedición y rebelión, que se castigan con penas de hasta 30 años de prisión. La decisión del juez del Tribunal Supremo que lleva el caso condena a Puigdemont al exilio en Bélgica o a regresar a España y enfrentarse a las graves acusaciones y delitos que pesan contra él. Sin embargo, los independentistas dicen estar encantados con la decisión de Llamena porque eso significa que Puigdemont y los suyos podrán salir de Bélgica e ir a Francia y montar desde allí, muy cerca de casa, sus numeritos, y su sede del gobierno en el exilio. Otra vez mienten como bellacos, porque saben perfectamente que con Francia bromas las justas, por eso se han olvidado sospechosamente, por ejemplo, de seguir reivindicando la soberanía catalana de El Rosellón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario