El tercer jinete del Apocalipsis
cabalga triunfante sobre su caballo negro diezmando varios países de África y
la Península Arábiga, es El Hambre. Nunca ha dejado de trotar al paso por
aquellas tierras, pero ahora va al galope. Sudán, Somalia, Nigeria y Yemen se
enfrentan al mayor drama humanitario desde la Segunda Guerra Mundial. Ni
siquiera el genocidio de Ruanda, donde 800.000 tutsis fueron masacrados a
machetazos por los hutus ante la inacción de la ONU y las grandes potencias y
puede que tampoco los crímenes de los Jemeres Rojos en Camboya, donde
asesinaron a casi dos millones de personas, podrán rivalizar en el número de
víctimas que se puede producir. Hombres, mujeres y sobre todo niños, los mas
vulnerables, están ya al límite, a un paso de la muerte. Eso sí, los buitres
tendrán poca carne que comer.
A una terrible sequía, la mayor
en los últimos treinta años, que asola el Cuerno de África y a toda el África
Subsahariana y al hambre que está provocando se une el segundo jinete del
Apocalipsis, el que va sobre un caballo rojo, La Guerra, que se ha enseñoreado
en muchos países en los últimos años y que se está cebando especialmente con la
población civil de Yemen. Hay ahí un responsable directo que actúa de forma
criminal merced a la complacencia y complicidad de los tan compungidos por el
drama: Arabia Saudí, que tiene sometido al país a un bloqueo naval que impide
la entrada de alimentos. Son también los saudíes los que arman y financian a
los yihadistas que han convertido países como Somalia en un infierno. La mayor
preocupación se centra en Sudán del Sur, donde la hambruna se ha generalizado.
Si se hiciera una encuesta yo estoy completamente seguro que la mayoría de la
gente no sabría decir donde está este país, de dónde ha salido y cuáles son sus
circunstancias, exactamente igual que es ajeno al conocimiento público que el 24
de octubre de 2.012 fuerzas combinadas de los EE UU e Israel (los sionistas
colaboraron con un escuadrón de ocho aviones F-15 que fueron reabastecidos en
vuelo por nodrizas de los EE UU), sin provocación alguna, sin declaración de
guerra y sin el mandato del Consejo de Seguridad de la ONU, bombardearon el
complejo militar de Yarmouk, cerca de Jartún, la capital. Se trataba de
consolidar la independencia de la región autónoma de Sudán del Sur que se había
declarado tras un referéndum que se celebró en enero de 2.011. La independencia
se proclamó el 9 de julio de 2.011. Sudán del Sur es el país mas joven del
mundo. Antes de que eso sucediera el llamado Ejército de Liberación del Pueblo
de Sudán ya combatía con el apoyo occidental contra el ejército sudanés ¿Qué
había detrás de todo esto? Se lo voy a resumir en una sola palabra: petróleo, exactamente
la misma causa que provocó las Guerras de Irak y la de Libia. Cuando apoyas a
terroristas y a señores de la guerra siempre tienes el peligro de que el asunto
se te vaya de las manos y eso es lo que ha pasado en Sudán del Sur, donde
distintas facciones no han dejado de combatir desde la independencia, que lo
han convertido en un Estado fallido, y donde ahora el drama humanitario es
tremendo. ¡Cómo me suena esta música! El Hambre y la Guerra, esos jinetes
asesinos, tienen identidad y tienen rostro.
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