sábado, 11 de marzo de 2017

ASTURIAS ARDE OTRA VEZ

En diciembre de 2.015 Asturias era noticia de portada en los telediarios: “mas de 150 incendios asolan la comunidad autónoma asturiana”. No era la única región afectada por el fuego, porque la oleada de incendios se propagó por toda la Cornisa Cantábrica, pero sí la mas castigada. Los bomberos asturianos, a los que algunos impresentables acusaron de ser los incendiarios, porque vivían un conflicto laboral, estuvieron, como siempre, en primera línea y, junto con la Guardia Civil, ayudaron a muchos vecinos y a sus animales a ponerse a salvo. Algunas casas no pudieron ser salvadas y hubo gente que lo perdió todo. La Benemérita hizo entonces una gran labor, no solo ayudando a los asturianos/as que se encontraban en peligro, también porque envió, ex professo, un grupo de investigación desde Madrid para determinar qué había sucedido y quienes eran los responsables, si los había, de los fuegos. Las conclusiones del informe de la Guardia Civil fueron demoledoras y no hicieron mas que confirmar lo que la gente ya sospechaba y lo que los ecologistas llevaban denunciando desde hace años: las inusuales condiciones meteorológicas, con fuertes vientos y altas temperaturas, propagaron las quemas ilegales (el Gobierno del Principado las había prohibido) que realizaron los ganaderos y algunos agricultores, provocando una catástrofe donde ardieron mas de 15.000 hectáreas. Pues bien, el Gobierno que preside D. Javier Fernández, algunas formaciones políticas y la sociedad asturiana en general, en vez de tomar buena nota y tener presente que, si no se tomaban medidas drásticas, una situación como aquella podría volver a repetirse, han seguido compadreando con los pirómanos. Tal es así que en estos momentos el ganado puede transitar y abonar los terrenos quemados, pero, no contentos con eso, se quiere autorizar a los ganaderos a que puedan utilizar las zonas quemadas como nuevo terreno de pasto. Esa medida ya se tomó en alguna otra parte con resultados catastróficos, porque los incendios forestales ya no fueron imprudencias, sino claramente intencionados, fue poner una antorcha y una lata de gasolina en las manos de los ganaderos.
Algunos piensan, erróneamente, que hay gente de ciudad y “ecologetas”, así nos llaman, empeñados en hacer la puñeta a un sector productivo tradicional y estratégico para Asturias, como es nuestra ganadería, para nada, porque somos los mismos que denunciamos en numerosas ocasiones la injusticia de los precios en origen de la leche y las dificultades que tienen nuestros productores para poder competir con los lácteos importados, somos los mismos que creemos que la carne de vacuno asturiano tiene un gran futuro si se apoya a los ganaderos, los que denunciamos las acciones criminales de gentes, quiero creer una minoría, que matan lobos y los cuelgan de las señales de tráfico e incendian nuestros montes.

Hemos tenido unos pocos días de sol y con temperaturas alrededor de 20 grados y, cuando escribo estas líneas, hay 61 incendios forestales activos en Asturias ¿Qué puede pasar, si no se toman medidas, cuando llegue el verano? Por supuesto que hay graves responsabilidades políticas en este asunto, desde no tener una política forestar seria, con limpiezas programadas de matorrales y basuras, hasta, como he dicho, querer autorizar la explotación ganadera de los terrenos quemados. En una región donde hay decenas de miles de personas cobrando salarios sociales sin hacer nada no se entiende que no haya gente para limpiar y vigilar el monte. Las formaciones políticas de la oposición deberían exigir al presidente del Principado, Javier Fernández, una comparecencia ante la Junta General para dar explicaciones y también pedir la inmediata dimisión de la consejera Belén Fernández, que ha dado pruebas mas que sobradas de incompetencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario