viernes, 19 de octubre de 2012

REFLEXIONES SOBRE LA HUELGA GENERAL

Los sindicatos han anunciado una huelga general para el 14 de noviembre, después de varias semanas de movilizaciones de todo tipo que han servido para ir preparando el ambiente. Esta huelga es bastante diferente de la que UGT y CC OO convocaron durante el Gobierno de Zapatero, ahora va dirigida claramente contra el Gobierno de Rajoy y entonces no se sabía contra quién.

Los ciudadanos tienen sobradas razones para protestar, porque desde el 10 de mayo de 2.010, cuando Zapatero anunció los mayores recortes sociales y salariales desde la transición democrática, tanto el Gobierno socialista, como ahora el del PP, no han hecho mas que cebarse en los españoles, particularmente en los trabajadores. A las políticas antisociales de la falsa izquierda (congelación de pensiones, bajada de un 5% al sueldo de los funcionarios, elevación hasta los 67 años de la edad de jubilación, etc) hay que sumar ahora las consecuencias dramáticas que esta teniendo la reforma laboral del Gobierno del PP, que lejos de crear puestos de trabajo, como se decía, ha logrado todo lo contrario, y otras políticas con un marcado carácter derechista, como los recortes salariales o las subidas de tasas en la educación, por solo citar dos ejemplos.

Ahora bien, ¿servirá esta huelga general para algo?, pues, sinceramente, yo creo que no, salvo para que los trabajadores pierdan un día de su salario, España siga dando una imagen internacional pésima y nos hundamos mas en el pozo. Los sindicatos están en su papel y los recortes que los Gobiernos autonómicos les han aplicado, tanto en las subvenciones como en el dinero que manejaban para la formación, duelen mucho y se suman a su irritación, pero lo verdaderamente preocupante y que diferencia a España de lo que está sucediendo en Grecia y Portugal, es que los partidos políticos de la llamada izquierda son los primeros en ponerse detrás de las pancartas, clamar contra el Gobierno y sus políticas, pero sin presentar alternativa alguna a los gravísimos problemas que tiene nuestro país. Aquí no hay un SYRIZA con un programa claro y bien definido, guste o no, y el único que ha tomado la iniciativa con el manifiesto presentado en Sabadell, "Combates de este tiempo", con medidas radicalmente diferentes a las que se están aplicando, ha sido Julio Anguita y el "Bloque Cívico", todavía modesto, que se ha aglutinado en torno a su propuesta.

Aquí hay dos caminos, o seguir la ortodoxia económica que nos marca la UE, el BCE, la señora Merkel y el FMI, controlando el déficit y la Deuda, pero con las mismas políticas derechistas del PSOE y el PP, es decir, exprimiendo a la mayoría de ciudadanos, incluidos trabajadores, empresarios y pensionistas, mientras, con el dinero de todos, se pagan los agujeros bancarios, o tomar una senda diametralmente distinta, que hoy, cuando la situación socio-económica en España aún no se ha deteriorado lo suficiente, produce vértigo: nacionalización de la banca, salida del euro, elevación del salario mínimo interprofesional, y demás cosas que propone Anguita. Pero los que van a teledirigir la huelga, y ya la azuzan desde algunos medios de comunicación, exigen el cambio de orientación de las medidas gubernamentales, pero sin romper con las servidumbres y obligaciones políticas y económicas derivadas del marco donde está España y sin intención alguna de meter en cintura a los verdaderos responsables del estallido de la crisis y de la gestión de sus consecuencias. Señores, o a Rolex o a setas, pero no tomemos el pelo a la gente, que ya lo está pasando suficientemente mal.

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