Los resultados de las elecciones autonómicas en el Pais vasco y Galicia no constituyen para nosotros ninguna sorpresa, crecen los independentistas, los democráticos y los otros, resiste el Partido Popular, a pesar de que Gobierna en plena crisis, y se hunde el PSOE, como habíamos vaticinado hace tiempo.
En las dos consecuencias mas graves que se derivan de estas elecciones, el ascenso y vuelta al parlamento de Euskadi de los pro-etarras, con todos los problemas que eso nos va a crear, y la debacle de los socialistas, tiene el PSOE mucha responsabilidad. Zapatero y los suyos hicieron todo lo posible porque los de Batasuna, con la franquicia que sea, volvieran a las instituciones democráticas, eso no estaría mal si los de KAS hubieran aborrecido la violencia, condenado a ETA y sus crímenes y obligado a la organización terrorista hermana a entregar las armas, algo que, como todo el mundo sabe, no ha sucedido. Ahora el problema de Euskadi puede estallar porque, como ha pasado en Cataluña, los nacionalistas moderados del PNV corren el riesgo de ser arrastrados por los radicales.
La masiva pérdida de votos y de la confianza de los ciudadanos se la han ganado los socialistas a pulso, elección tras elección, y esta vez no sirve echar la culpa a la crisis, porque el PSOE no es quien dirige ahora los recortes y el País Vasco, con Patxi López de Lehendakari, tiene las mejores cifras macroeconómicas del Estado. Pero lo peor de todo, al menos por los análisis que ya se están escuchando, es que no han aprendido la lección. Empieza a cundir el pánico y ya se cuestiona, sin ambages, el liderato de Rubalcaba, pero yo tengo la sensación de que tanto a los cargos públicos como a los medios afines, que de repente se están soltando la lengua, les mueve mas el miedo a la posible minimización, e incluso desaparición, del PSOE, que cada vez parecen mas verosímiles, que un verdadero propósito de enmienda.
Se saca ahora a relucir que fue un error suspender las primarias antes del 38 Congreso del PSOE que se celebró en febrero de este año, algo que también se imitó en Galicia, algunos dicen que quizá hubiera sido mejor el liderato de Carme Chacón. Si los socialistas se empecinan, como hizo Zapatero con la crisis, en negar la realidad, como decía Ortega, esta se vengará, ya lo está haciendo, como estos comicios han sentenciado.
La crisis económica ha dejado en evidencia las contradicciones de la socialdemocracia y ésta, como les ocurrió a los comunistas con la caída del muro de Berlín, no ha sabido reaccionar. El asunto de fondo es que la izquierda en Europa no ofrece soluciones a los graves problemas que hoy tienen los ciudadanos y es incapaz de construir un discurso y un programa alternativo a la derecha. Los electores, aunque algunos lo ponen en duda, no son idiotas y han votado en consecuencia por el mal menor.
Lo que está sucediendo en el PSOE es muy preocupante y lo peor es que no se ve salida a la vista. Dentro de poco habrá elecciones en Cataluña y el PSC también recibirá allí una paliza, es, además, muy probable que la huelga general que han convocado los sindicatos para el día 14 de noviembre sea un tremendo fracaso, porque la gente es consciente de que sin propuestas creíbles las movilizaciones solo consiguen empeorar su situación, y no olvidemos que los socialistas han sido los primeros en azuzarla y eso, por si no tuvieran ya bastante, les puede pasar factura.
Rajoy está satisfecho, Núñez Feijoó amplia la mayoría absoluta del PP en Galicia, donde los socialistas pierden 7 escaños, y el PNV ha ganado en el País Vasco (allí los socialistas pierden 9), peor hubiera sido que ganara Bildu. Ahora el presidente del Gobierno podrá pedir el segundo rescate, hacer unos Presupuestos para 2.013 con ajustes y recortes de caballo y decir a la izquierda que se calle porque los ciudadanos no confían en ella. Un escenario terrible el que nos espera a los españoles el próximo año.
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