Los Presupuestos Generales del Estado, que fueron presentados en el Congreso de los Diputados hace pocas semanas, ya no sirven, porque sus estimaciones de recaudación eran demasiado optimistas.
El informe del Fondo Monetario Internacional es demoledor para nuestro país, de 105 estados analizados, España es la penúltima del mundo, solo por delante de Grecia. Este informe se centra principalmente en los objetivos de crecimiento para el año que viene, que para nuestro país se estiman en un -1,30 % cuando las previsiones del Gobierno de Rajoy eran de -0,5%. Para darnos una idea de lo que eso significa solo apuntar que el incremento del paro será en torno a las 600.000 personas, superando el 25% de la población activa.
A pesar de los recortes que se están haciendo sobre el gasto público, estos no han sido suficientes, en concreto las CC AA no han metido tijera a fondo donde deben, que no son precisamente los gastos en sanidad y educación, aunque ya hay que empezar a reconocer que queda poco margen para actuar.
El verdadero problema está en la recaudación. Cuando el Gobierno subió el impuesto del IRPR y el IVA, sin contar otras cargas fiscales y tasas, ya dijimos que esa política era completamente equivocada porque incidía precisamente en el poder adquisitivo de la mayor parte de los ciudadanos y que con ello solo se conseguiría el derrumbe definitivo del mercado interno y la caída de la recaudación, precisamente el efecto contrario al que se pretendía. Por eso los Presupuestos eran virtuales, es decir, las previsiones recaudatorias estaban alejadas de la realidad.
Para sorpresa del Ministerio de Hacienda, solo se está recaudando mas gracias a una mayor presión de la inspección sobre la economía sumergida. Todo el mundo sabe ya en este país que es aquí donde está una gran parte del dinero que nos hace tanta falta y se se hubiera reformado el Código Penal con sanciones verdaderamente disuasorias la recaudación en ese nicho oculto se habría disparado.
Aunque parezca imposible, ha sido también el FMI el que ya nos había advertido de que solo con medidas de ajuste y subidas de impuestos no saldríamos de la crisis. Menos algunos irresponsables, todos los españoles somos conscientes de que hay que controlar el déficit a toda costa, porque sino nos ahogaríamos en la Deuda, pero no nos hemos puesto de acuerdo en como hay que hacerlo y eso es imperativo para remar con fuerza en la misma dirección y salir del pozo en que nos encontramos.
El Gobierno debe rectificar en su presión fiscal sobre los ciudadanos. La medida mas inteligente sería que el incremento sobre el IRPF solo fuera de un año (se dijo que serían dos) para dejar en los bolsillos de la gente algo mas de dinero, pero sobre todo para insuflar algo de optimismo en las economías domésticas. Simplemente con eso, y acabando con el gigantesco fraude fiscal, las arcas del Estado recaudarían en concepto de IVA la cantidad necesaria para que el objetivo de déficit no fuera un deseo irrealizable y, de paso, sorprender a los que ya miran a España por encima del hombro.
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