sábado, 12 de enero de 2019

LAS GRABACIONES DE VILLAREJO


La carta dirigida por el excomisaro Villarejo, que se encuentra en prisión preventiva por orden de la Audiencia Nacional desde el 5 de noviembre de 2.017, acusado de los delitos de organización criminal, cohecho, blanqueo, revelación de secretos y extorsión, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, donde amenaza con “destapar la verdad” en relación a operaciones secretas del Estado, ha provocado un escándalo cuyo alcance y consecuencias aún no se pueden calibrar pero que, a pocos meses de las elecciones, puede ser un auténtico tsunami que se lleve por delante a mucha gente e incuso a organizaciones políticas enteras. Nadie sabe por qué Villarejo, un individuo sin escrúpulos, pero inteligente, ha enviado esa carta, que ha hecho pública, al tiempo que la acompaña de filtraciones demoledoras de las miles de grabaciones que, al parecer, guarda a buen recaudo. Villarejo sabe que no va a salir a la calle, sería otro escándalo muy difícil de digerir, y a mí solo se me ocurre que sus amenazan lo que persiguen es mejorar su situación penitenciaria o avisar de lo que podría suceder si, por casualidad, resbalara en la ducha de la prisión con una pastilla de jabón. Y es que, por lo que estamos conociendo, la gente, los organismos oficiales y las empresas implicadas en operaciones de escucha y en extorsiones y chantajes son muchas y algunas muy importantes, estamos hablando de Gobiernos, del CNI, de jueces, del segundo banco de España o del rey emérito, por ejemplo. Lo que hemos escuchado es tan grosero que nadie en este país se lo hubiera creído. Desde al exjuez Baltasar Garzón diciéndole a Villarejo “que es un mal necesario” (a Llamazares le crecen los enanos) hasta a la entonces vicepresidenta del Gobierno y actual presidenta del Consejo de Estado, María Teresa Fernández de la Vega, diciéndole al expresidente del BBVA que no había problemas con lo “suyo”. Vamos a asistir a una operación muy potente para matar al mensajero, aunque tendrá que ser en sentido figurado, claro, centrando las saetas en la diana del excomisario Villarejo. Pero, llegados al punto donde nos encontramos, los españoles no nos vamos a conformar con pequeñas piezas de pluma, queremos cobrar grandes piezas de pelo, ya se han reído de nosotros suficientemente los ungulados. Veremos qué formaciones políticas y que personajes están a la altura de estos gravísimos hechos y veremos quiénes no, veremos quiénes exigen una comisión parlamentaria y que se depuren las responsabilidades políticas y penales a que haya lugar y veremos quiénes van a poner palos en la rueda para impedirlo. El día 26 de mayo hay elecciones municipales y europeas y en la mayoría de CC AA también autonómicas, y las generales también están a la vuelta de la esquina. Recordarán ustedes que habíamos comentado que a veces no se pueden hacer cálculos, porque nunca hay que descartar un “cisne negro” un acontecimiento dramático y a veces catastrófico con el que nadie cuenta, pues bien, aquí tenemos al “cisne negro”.

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