domingo, 4 de marzo de 2018

EL DEBATE SOBRE LAS PENSIONES: LAS OCURRENCIAS


El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ante el cariz que están tomando los acontecimientos, con manifestaciones de los pensionistas por toda España, y ante los pésimos resultados que a su partido le dan las encuestas, ha anunciado un debate monográfico en el Congreso de los Diputados sobre las pensiones. No ha sido la oposición la que ha arrastrado a Rajoy a comparecer en el Parlamento, sino el miedo a perder una parte muy importante de los sufragios de un colectivo, el de los mayores de 65 años, que tradicionalmente vota en gran número al PP, tanto que es su mayor nicho de votos. Este debate va a ser seguido con gran expectación no solo por los más de nueve millones de pensionistas, también por los que tienen la esperanza de poder jubilarse algún día. Estamos hablando de algo muy serio, así que ni al presidente del Gobierno ni a los líderes de la oposición se les va a pasar ni una. Si Rajoy va a comparecer para echar balones fuera, recordarnos las fechorías de Zapatero y fiarnos las soluciones a un futuro incierto, mejor que se quede en casa. Si D. Mariano piensa que poniendo a funcionar el ventilador de la mierda y decirnos que subir las pensiones es lo que le pide el cuerpo, pero que no puede, que ya lo hará cuando haya 20 millones de españoles trabajando, mejor que lo diga por un plasma. En el PP saben que tienen que engatusar al personal con alguna zanahoria y por eso ya barajan tomar algunas medidas, que podría anunciar Rajoy, como ese pintoresco “impuesto negativo” a los mayores de 80 años. Las ocurrencias, sin embargo, no son monopolio de la derecha, en efecto, las izquierdas hace tiempo que están hablando de poner un impuesto a la banca para financiar las pensiones, como si la señora Botín fuera a pagar ella ese impuesto, ya tiene sus dineros a buen recaudo, o lo fueran a pagar los accionistas, lo pagarían los clientes de su banco, entre los que se encuentran los pensionistas, es decir, sería darles dinero con una mano para quitárselo con la otra. Nadie es capaz de decirnos de donde piensan sacar el dinero, muchísimo dinero, que hace falta para poder subir las pensiones al ritmo del IPC y para que no peligre la sostenibilidad del sistema sin endeudarnos más. Debemos distinguir muy bien entre propuestas de izquierda y las bobadas de la izquierda, a las que algunos son tan aficionados, porque si los partidos de izquierda piensan acudir al debate con recetas demagógicas, que no resisten la menor crítica, el menor análisis serio, pueden salir malparados de la confrontación dialéctica, a pesar de los pobres razonamientos de Rajoy. No vaya a ser que esperando pescar votos defendiendo a ese importante colectivo al final se pierdan por la inconsistencia de los argumentos. Hay que recaudar mucho y hay que hacerlo sin subir los impuestos, que ya están suficientemente altos para casi todos, menos para los más ricos ¿cómo? pues subiendo el Salario Mínimo interprofesional a 950 euros netos y, por ende, el resto de salarios,  para aumentar los ingresos por cotizaciones; eliminando las rebajas de las cotizaciones a la Seguridad Social de las empresas por contratación y entrando a saco, pero a saco de verdad, contra la economía sumergida y el fraude fiscal, modificando la Ley y el Código Penal, con multas y penas de infarto. Estas sí que son propuestas de izquierda y no bobadas ni ocurrencias, propuestas que las izquierdas no plantean, nos tendrían que explicar el porqué, y de las que la derecha huye como del agua hirviendo, este porqué de la derecha no hace falta que nos lo expliquen.


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