lunes, 5 de junio de 2017

EL SALARIO EMOCIONAL

Existe la creencia entre los malos empresarios, entre los malos gestores, entre los malos directores y entre los malos jefes, que sus subalternos, que los trabajadores, ofrecen su colaboración, su cooperación y su fuerza de trabajo a la empresa solo a cambio de un salario. Craso error. Si bien la remuneración económica es importante, lo es tanto o más lo que se ha dado en llamar “El Salario Emocional” que es un compendio de contraprestaciones donde la masa salarial no siempre es lo fundamental. Muchos empresarios y muchos gestores de la empresa han olvidado que los trabajadores a su cargo son seres humanos, personas con inquietudes, con familias y, sobre todo, con corazón. No hay nada mas importante que las emociones.
Para que la empresa obtenga los mejores resultados, además de que los trabajadores deben tener una remuneración económica digna, que satisfaga sus necesidades vitales y materiales, también hay que tener en cuenta las relaciones sociales en el seno de la empresa, el respeto a los subordinados, a sus opiniones, a sus inquietudes y a sus críticas. La información no puede ser algo privativo de los directores y de los jefes, porque casi toda puede ser compartida, es mas, debe serlo. Cuando los trabajadores están informados de lo que se cuece en la empresa se sientes valorados y partícipes del proyecto. Los malos jefes se guardan la información para sí y los buenos la comparten. Los malos jefes abroncan a sus subordinados y los buenos jefes los corrigen cuando se equivocan y los felicitan cuando hacen bien su trabajo. Como los entrenadores de fútbol, los jefes no ganan el respeto por serlo, sino por su ejemplo y por hacer equipo. Recientes estudios avalan que cuando una empresa ha conseguido implantar un buen nivel de “Salario Emocional” sus trabajadores rinden mas, sube la productividad y suben la rentabilidad y el beneficio. Los malos empresarios y los malos directivos están muy equivocados si piensan que horarios exagerados o mal distribuidos, que no permiten la conciliación familiar, no son perjudiciales para el mejor rendimiento de  los trabajadores y para los resultados finales de la empresa. También se equivocan si soslayan el trabajo en equipo, algo fundamental para la motivación de todos los empleados y para que las decisiones finales sean siempre las mejores. Un ejercicio básico que se utiliza en la formación de jefes y cuadros intermedios es plantear un problema y darle solución primero individualmente y luego en equipo. En casi la totalidad de los casos son siempre mejores las soluciones del equipo que las individuales. Los factores que más han influido en el Homo Sapiens para tener una capacidad intelectual superior al resto de los animales, lo que nos ha permitido tener una civilización tecnológica que nos ha llevado a plantearnos la conquista del Cosmos, es que en ninguna especie los jóvenes están en familia durante tanto tiempo, ninguna especie tiene un lenguaje complejo, ninguna especie interacciona tanto, ninguna especie, en fin, ni siquiera las abejas, trabaja tanto en equipo. El equipo es fundamental.

Los gestores y los jefes deben ser capaces de implantar en sus empresas el “Salario Emocional”, tendrán empleados comprometidos que harán mejor su trabajo, atenderán mejor a los clientes e irán a trabajar con una sonrisa en la cara. Es un reto fácil, tan fácil como tratar a tus subordinados como quisieras que tus superiores o el consejo de administración te trataran a ti.

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