domingo, 30 de abril de 2017

TRUMP Y SUS CIEN DÍAS

Yo creo que es de justicia dar esos cien días de tregua a todo nuevo gobernante antes de criticarlo, independientemente de sus antecedentes y de lo que haya dicho en la campaña electoral. Aunque a veces hemos visto que algunos presidentes no han enseñado su verdadera cara hasta que no están a punto de abandonar el poder y en los EE UU el segundo mandato presidencial, cuando lo hay, a veces depara iniciativas sorprendentes, yo soy de la opinión que, en general, lo que no se hace nada mas llegar al poder se aplaza indefinidamente y que esos cien días sirven para ver cual va a ser el verdadero perfil de un nuevo presidente o un nuevo Gobierno. Pues bien, ya sabemos cual es el verdadero perfil de Donal Trump y ya podemos criticarlo.
En estos cien días el nuevo presidente estadounidense ha dejado varias cosas claras: es un tipo poco de fiar, porque no cumple lo que promete, y no tiene ningún problema en dar vuelta, como si fuera un calcetín, a todo lo que decía en su campaña electoral. Ni va a hacer ningún muro ni va a cargarse el sistema sanitario que implantó Obama y va a seguir interviniendo militarmente en el extranjero como siempre han hecho casi todos los presidentes de los EE UU. Eso sí, de momento sigue sin creerse lo del cambio climático y ya ha aprobado varias iniciativas, como el oleoducto desde Alaska, que van en consonancia con su nula sensibilidad medioambiental. Pero, me apostaría algo, al tiempo me remito, que acabaremos viendo un Trump ecologista.
Nunca puede ser un gran estadista un dirigente que, por mucho poder que atesore, no tenga seriedad y coherencia. Así, nadie se puede fiar de aliados que hoy son tus amigos y mañana te dan un golpe de Estado o no ponen la cara por ti. Que se lo pregunten a Erdogan o a Mubarak, por ejemplo, al contrario, los buenos amigos son los que te salvan, poniendo toda la carne en el asador, cuando estás en graves dificultades, como bien sabe Al Assad. Tampoco puede uno pasarse la legalidad internacional por la entrepierna y luego querer dar lecciones a los demás. O usar varias varas de medir según su conveniencia. Pero, el mejor director de empresa, el mejor dirigente de un partido, el mejor líder, en fin, el mejor presidente, no es ni el mas preparado, ni el mas inteligente, es el que sabe rodearse de un buen equipo. Si Napoleón decía que la mejor cualidad de un general era que tuviera suerte, tener unos buenos colaboradores es lo mas racional y sensato. Cuando tu hija Ivanka o tu yerno, Jared Kushner, un judío muy extremista, son tus principales asesores, hay que temerse lo peor. La canciller alemana, Angela Merkel, sabe muy bien de lo que hablo.

El problema es que los estadounidenses no solo han puesto a un impresentable al frente de su país, están en su perfecto derecho, es que lo han puesto al frente del mundo, porque los EE UU, aunque ya nada es igual, quieren seguir ejerciendo un poder unipolar, es decir, mandando sobre el resto de los ciudadanos de la Tierra sin pedirles permiso. En muy poco tiempo hemos visto como Trump daba la orden de atacar Siria, sin mandato del Consejo de Seguridad de la ONU, y como ha tensado la cuerda con Corea del Norte, cuando hay otros países, como Israel, India y Pakistán que tampoco han firmado el Tratado de No Proliferación Nuclear y tienen un montón de armas nucleares y misiles de distintos alcances. Sin ir mas lejos, hace pocos días India hizo una prueba con un misil balístico de alcance medio y los propios EE UU con uno de rango intercontinental en el Pacífico ¿alguien ha dicho algo al respecto? Para mas inri, Trump ha aumentado el Presupuesto de Defensa de los EE UU, que ya era mayor que la suma de todos los presupuestos de Defensa del resto de países, en 60.000 millones de dólares mas. Las 25.000 fábricas de armamento que hay en los EE UU necesitan nuevas guerras y Trump, al contrario de lo que decía en campaña, parece dispuesto a dárselas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario