martes, 4 de abril de 2017

LONDRES PIERDE LOS PAPELES

Ha causado sorpresa en España, en las instituciones europeas y en las redacciones de periódicos e informativos de toda Europa las declaraciones del exlíder conservador británico, Michael Howard, pidiendo a la primera ministra, Theresa May “que actúe en el Peñón como hizo  Thatcher en Las Malvinas hace 35 años”. Al coro de los que parece que han perdido el juicio se ha añadido también el ministro de Defensa británico, Michael Fallon, manifestando  que “vamos a proteger Gibraltar hasta sus últimas consecuencias” y el almirante exjefe de la Marina Real Británica, Cristopher John Parry, que ha llegado a decir “nuestra capacidad de hacer daño es mucho mayor y podemos chamuscar la barba del Rey de España”.
¿Qué les ha pasado a estos conservadores británicos que parece que se han vuelto locos? Pues ni mas ni menos que empiezan a ver las consecuencias del Brexit. Ni España ha invadido Gibraltar, como hizo Argentina en Malvinas, ni piensa hacerlo, eso sí, es lógico que en las decisiones que se adopten en la Europa de los 27 los Estados miembros, y no los países terceros, sean los que tomen las decisiones, sobre todo si estamos hablando de paraísos fiscales que trabajan al margen de la legalidad internacional, amparan el tráfico de drogas y vampirizan a socios del club donde los británicos han decidido, ellos solitos, no estar.
Cuando alguien está nervioso pierde los papeles, entra en pánico y hace y dice muchas tonterías. Si la amenaza belicosa y los insultos al Rey de España no fueran suficientemente estúpidos, conspicuos del Ejecutivo británico también han manifestado que podrían intervenir en la política española apoyando la secesión de Cataluña. Tremendo ¿Qué hubieran dicho los isleños si España hubiera dicho algo así refiriéndose a Escocia? Ya hay contactos entre independentistas catalanes y el Gobierno británico desde hace tiempo, como bien saben los servicios secretos españoles, y eso podría servir, llegado el caso, para que al delito de sedición se pudiera añadir el de alta traición. Los ciudadanos de Cataluña deberían ser conscientes de hasta donde son capaces de llegar sus dirigentes, a los que parece importarles muy poco quedarse fuera de la Unión, exactamente igual que a los británicos, con los que compadrean, hasta que empezaron a sufrir las consecuencias.
Sin embargo, los británicos, en particular ingleses y galeses, están mucho mas preocupados por otros asuntos que por Gibraltar, solo han recurrido a la Roca y a España (les ponemos) para aligerar bilis. En efecto, es el problema que ahora tienen con los escoceses lo que no los deja vivir. El exprimer ministro laborista, David Cameron, chantajeó a Escocia con que si votaban por la independencia se quedarían fuera de la Unión Europea y ahora que ingleses y galeses han decidido irse de Europa los escoceses quieren, lógicamente, otra consulta.

El Gobierno de España está reaccionando bien, sin entrar al trapo de las provocaciones, apoyándose en sus socios europeos y dejando que los británicos se cuezan en su propia salsa, la salsa del Brexit. Pero, también el Ejecutivo español debería replantearse muy seriamente cuáles son sus socios estratégicos y sus verdaderos amigos. Los británicos llevan mucho tiempo chuleando y robando a España, y no solo a ella. Reino Unido es en estos momentos el Estado pirata líder mundial en lavado de dinero y en operaciones fraudulentas de ingeniería financiera y Gibraltar no queda, ni mucho menos, al margen de esas actividades. Si a esto añadimos que espían nuestras llamadas de teléfono y correos electrónicos sin permiso desde el complejo ECHELON o que presionaron a los EEUU para que los F-18 de nuestra fuerza aérea se sirvieran con el software capado, debemos ser conscientes de su condición. En fin, no vamos a descubrir ahora nada nuevo.

FOTO: Exlíder conservador británico, Michael Howad

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