martes, 25 de abril de 2017

CONSECUENCIAS DE LAS ELECCIONES FRANCESAS

Tras la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Francia, se estén viendo cosas muy clarificadoras: tanto el candidato ultraliberal, Fillon, como todo el aparato del Partido Socialista Francés, incluido su candidato, Hamon, han dado ya su apoyo a Emmanuel Macron, el candidato de la banca y los poderes fácticos y vencedor provisional, para la segunda vuelta que se celebrará el siete de mayo. No es que, como se decía hace algunos años y algunos todavía mantienen, las ideologías han llegado a su fin, porque en la campaña electoral en Francia todos hemos visto que están bien diferenciadas, sino que los que llevan mucho tiempo disfrutando de la alternancia en el poder tienen, salvo pequeños matices, la misma, aunque mienten al no reconocerlo y no solo mienten en eso ¿Cómo es posible que los que querían poner un salario social generalizado de 750 euros en Francia, legalizar la marihuana y poner un impuesto a los robots (Hamon) ahora apoyen a un candidato que defiende exactamente lo contrario? Nos lo tendrían que explicar.
El catastrófico resultado del Partido Socialista Francés, cuyo candidato solo obtuvo un pírrico 6,2% de los votos, no ha pasado desapercibido en otros lugares, como España, por ejemplo, donde hay un refrán popular que dice: “Cuando veas las barbas del vecino pelar pon las tuyas a remojar”. Mientras que Pedro Sánchez, uno de los candidatos a la secretaría general del PSOE, pone el acento en los buenos resultados de la izquierda en Francia (que si hubiera tenido un candidato único habría obtenido un resultado excelente) y ha dicho que mira a Portugal, donde gobierna el Partido Socialista con otros grupos de izquierda, y no a Francia, Susana Díaz, la candidata a la secretaría general, que ya ha manifestado que no piensa abandonar la presidencia de Andalucía, ha dicho que la debacle socialista se debe a las medidas “izquierdistas” que propugnaba Hamon ¿Será culpa de Hamon lo que les sucedió a los socialistas en Grecia y lo que les ha pasado hace poco en Holanda, donde las políticas “izquierdistas” de los socialistas brillaron por su ausencia? La verdad es que todas las encuestas, desde hace muchos meses, vaticinaban la debacle socialista en Francia, mucho antes de que hubieran elegido candidato y mucho antes de que Hollande, a la vista de lo que iba a suceder, hubiera decidido no presentarse a la reelección. Hasta tan punto se ha impuesto la esquizofrenia en la política que la ultraderecha española, que vota en masa al PP y que es mucho mas ultraderecha que la francesa, que nunca ha puesto en cuestión ni la República ni la democracia, quiere que gane Macron en Francia y le hace la campaña en España, desde los medios de comunicación, con editoriales y artículos, a Susana Díaz.

Macron es el candidato del sistema, un sistema que ha entrado en crisis pero al que se aferran los que han vivido a su costa, aprovechándose del resto, como náufragos a un salvavidas. Ante el miedo a una alternativa, la que sea, cierran filas y pierden el pudor diciendo digo donde ayer dijeron Diego. En su apoyo patético e interesado no les importa perder las formas y los principios, si es que alguna vez los tuvieron. Hasta los burócratas de Bruselas, en una grosera intervención en la campaña de las Elecciones Presidenciales Francesas, apoyan públicamente a Macron, que no les va a defraudar, saben de dónde viene, de trabajar para la Banca Rothschild y de implementar las políticas que les gustan siendo ministro de Economía en el Gobierno de Hollande.

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