domingo, 31 de enero de 2016

LA IMPUNIDAD DE LAS MAFIAS

La corrupción política lleva bastante tiempo siendo un tema muy manido en tertulias, noticiarios y periódicos, no solo en España, donde incluso está mediatizando la formación del nuevo Gobierno, también en otros países. Pero, los ciudadanos no son conscientes de hasta donde llega la corrupción, creen, en su ingenuidad, que solo se trata de algunos políticos que reciben “mordidas” a cambio de contratos públicos. En el fondo de la corrupción están las mafias, que no son corruptores individuales, sino grupos criminales bien organizados y con mucho poder. Hasta no hace muchos años las únicas mafias importantes eran las que operaban en los EE UU y en Italia, que eran capaces de asesinar presidentes y jueces y comprar primeros ministros, y que estaban, y están, bien relacionadas con el poder en esos dos países, pero, otras mafias han surgido como hongos al amparo de la impunidad, como la rusa, la china, la nigeriana, y un largo etc.
Todo el mundo sabe, aunque no se leen editoriales ni se escuchan discursos sobre el asunto, que las mafias mueven billones de dólares en el mundo y que sus actividades se desarrollan no solo entre bambalinas y en las sombras, sino a la luz del día y delante de nuestras propias narices. Son mafias perfectamente organizadas las que están detrás de la prostitución y la trata de blancas, son mafias las que están detrás del tráfico de drogas, son mafias las que se encargan del tráfico de inmigrantes y son mafias las que tienen los almacenes y la infraestructura para luego explotar a esos desgraciados haciéndoles vender productos falsificados ilegalmente. Pero, también son mafias las que juegan con los mercados financieros y con la vida y hacienda de las personas. Los políticos que nos gobiernan, y los que están en la oposición, lo saben perfectamente y deberían explicarnos porqué no hacen nada para impedirlo.
Entre las actividades mafiosas hay algunas tan horribles que no se diferencian en nada de las atrocidades de los nazis. Sobresale por su extrema crueldad el secuestro y tráfico de niños, bien para introducirlos en redes de explotación sexual, bien para que trabajen como esclavos en barcos anclados en aguas internacionales, de los que nunca saldrán vivos, o, en el cénit de sus crímenes, para que, como nuevos Menguele, médicos asesinos les extraigan los órganos para el mercado negro de trasplantes. La impunidad con que las mafias desarrollan su trabajo, incluso en la hipócrita y podrida Europa, las ha envalentonado hasta el punto que unos 5.000 niños refugiados han desaparecido y se teme por su suerte lo peor.
Jesús de Nazaret tenía un cariño especial por los niños, muy conocida es su frase “dejad que los niños se acerquen a mí” pero mas contundente, y mas actual que nunca, es la que dice “pobre de aquel que escandalice a un niño, mas le valiera ponerse una piedra de molino al cuello y tirarse con ella a un pozo”. Maltratar a un niño tampoco tiene perdón de Dios.
La lucha contra las mafias requiere la determinación de los Gobiernos y, si estos no hacen nada, la denuncia y exigencia de los ciudadanos en todos los foros posibles, en la calle, en los periódicos, en la red, etc, exigiendo a los poderes públicos que se actúe contra el crimen organizado con la máxima firmeza.

No habrá ningún cambio si el Pueblo no toma en sus manos el poder que ahora detentan las mafias y los que comen de su mano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario