sábado, 23 de enero de 2016

LA ULTRADERECHA Y LA INMIGRACIÓN

Estamos empezando a ver en España algunas manifestaciones y acosos violentos a algunas personas y formaciones políticas, en particular a Podemos, por parte de la ultraderecha, que es mucho mas importante en este país de lo que reflejan los resultados electorales de algunas formaciones fascistas, pues la mayoría de sus votos van a parar a otros partidos políticos, como el PP, Ciudadanos o Vox. El intento de agresión que sufrieron los militantes y simpatizantes de Podemos en Gijón la noche del viernes 22 de enero, en su propia sede, por parte de un grupo autodenominado “Grupo Patriota Asturiano”, no es una singularidad, porque sucesos similares ya se han visto en otras ciudades y otras CC AA, pero ahora adquiere una dimensión distinta dada la situación de incertidumbre política que vive el país y el miedo que tiene la derecha a que formaciones políticas como la que lidera Pablo Iglesias lleguen a tocar poder en el Gobierno del Estado. Harían bien todos los responsables políticos e institucionales condenando, sin ambages, este tipo de actuaciones y tomando las medidas policiales y judiciales pertinentes, así como moderando el lenguaje propiciando un clima civilizado, pues se puede ser muy duro con los contrincantes políticos sin llegar al insulto.
La instrumentación que la ultraderecha está haciendo de la inmigración en Europa y en los EE UU se parece como un huevo a otro a la que hicieron los nazis con los judíos en la Alemania de Hitler. Algunos ya advertimos hace bastante tiempo que la falta de seriedad en las políticas de inmigración, procurándose mano de obra barata a cualquier precio o fomentando guerras, como las de Irak, Libia y Siria, que han provocado una avalancha de refugiados, tendría desagradables consecuencias y que una de ellas sería la utilización del problema por parte de movimientos u organizaciones ultraderechistas para arrimar el ascua a su sardina. Este fenómeno lo hemos visto y lo estamos viendo en muchos países de Europa y los demócratas deberíamos tomar buena nota y actuar en consecuencia, porque el recuerdo del Holocausto que sufrieron los judíos y el infierno que vivió Europa deberían servir para no volver a repetir lo peor que ha visto la especie humana.
En España casi no ha tenido incidencia el flujo de refugiados que llegan a Europa cruzando el mar entre Turquía y Grecia, algo que sí ha ocurrido en otros países de la Unión que, como Alemania, han recibido un millón de personas en pocos meses. Fue precisamente durante los Gobiernos de José María Aznar cuando mas aumentó la llegada de inmigrantes a España, que también continuaron llegando en masa durante los Gobiernos de Zapatero. Según las estadísticas, incluso España ha perdido bastantes inmigrantes, que han vuelto a sus países de origen, en los últimos años, debido a la crisis y a una tasa de paro muy alta. ¿Ha visto usted a los grupos fascistas atacar las sedes del PP o del PSOE cuando la inmigración en España crecía exponencialmente? yo tampoco.
El ataque a Podemos, bajo la coartada del “peligro para nuestra cultura” que suponen los inmigrantes o los refugiados se inscribe en un ataque en toda regla contra la democracia que ha desatado la ultraderecha desde que ha percibido la posibilidad real de que la verdadera izquierda pueda llegar a gobernar en este país.

Cuando el movimiento que nació del 15M empezó a crecer dije una frase que hoy adquiere todo su valor y que volveré a repetir: “La izquierda emergente sería una ingenua y una imprudente si no tomara conciencia de la amenaza que supone para el sistema democrático la ultraderecha española cuando los resultados electorales no son favorables a sus intereses”.

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