lunes, 4 de marzo de 2013

CARADURAS


Se ha instalado entre la opinión pública la convicción de que este es un país de “chorizos”, de corruptos y de sinvergüenzas, y es cierto que hay muchos de esos, pero sin duda el espécimen nacional que mas abunda, y que no necesariamente cae en actuaciones delictivas, es el caradura, un individuo que se cree por encima del bien y del mal y que se suele salir con la suya ante la cobardía de los demás. 
Estos días hemos visto varios ejemplos donde los caraduras, individuales o en grupo, han ejercido su labor, como es habitual, impunemente. Me ha llamado mucho la atención el linchamiento a que se ha visto sometido el parlamentario de UPyD, Toni Cantó, por decir que la mayor parte de las demandas por malos tratos son falsas, que se ha visto obligado a rectificar, mas por las presiones de su propio partido que de la opinión pública. Cantó es un hombre que, evidentemente, no tiene experiencia política y no es la primera vez que hace declaraciones no bien explicadas que meten el dedo en el ojo a diversos colectivos que tienen bastante poder mediático y social. Cuando un partido no tiene alternativas a las políticas económico-sociales fracasadas, que ahora debería ser lo prioritario, es fácil meterse en otros lodazales para los que uno no siempre está preparado. Sin embargo, el asunto no es, ni mucho menos, baladí porque se ha escrito y legislado mucho sobre la mal llamada violencia de género, para intentar acabar con el terror machista, pero una opinión pública manipulada y una ley con grandes errores han dejado muchas víctimas colaterales, hombres, por supuesto, por los que ningún político se había atrevido a levantar la voz. Han sido los jueces, los que tienen que lidiar cada día en los juzgados con demandas por malos tratos, muchas veces asociadas a trámites de separación, los únicos que, por defender la verdad, se habían puesto a los pies de los caballos. María Sanahuja, juez decana de Barcelona, ya había dicho en el año 2.004 que la mayor parte de las denuncias por maltrato eran falsas, pero también el juez de familia número 7 de Sevilla, Francisco Serrano, en abril de 2.010, había manifestado que las denuncias falsas estaban provocando incluso suicidios entre los hombres que se veían despojados injustamente de su reputación y de la custodia de sus hijos. Estos y otros magistrados se quejaban, con razón, de que la Ley es demasiado blanda con los que cometen perjurio y de la falta de medios para investigar y comprobar la veracidad de las acusaciones. Pero, colectivos de caraduras, como ahora han hecho con Toni Cantó, calificaron a los jueces de fascistas y dijeron que con su actitud favorecían las palizas y asesinatos de los criminales machistas. Flaco favor a los hombres inocentes, pero también a las mujeres verdaderamente maltratadas.
Otro ejemplo de desfachatez han sido las manifestaciones del líder de ERC, Oriol Junqueras, que ha vinculado el apoyo de su partido a los Presupuestos del Gobierno que preside Artur Mas a que el president y su Ejecutivo culpen de los recortes en Cataluña a Mariano Rajoy y a España por “expoliar” a Cataluña. Los argumentos de los nacionalistas e independentistas no resisten la menor confrontación dialéctica y el riguroso análisis histórico y a muchos, sobre todo a los asturianos, nos produce una mezcla de indignación y de risa, pero, en sus delirios, siempre son capaces de superarse.
Es cierto que el Gobierno de Rajoy ha puesto un techo al déficit de las CC AA y que ha salido el ministro de Hacienda, Montoro, para recordárselo a las cinco que no lo han cumplido. Pero, no fue solo el PP quien cambió la Constitución para poner coto al déficit, también el PSOE y los socios de ERC, el partido de Artur Mas. Además, el Gobierno central limita el déficit de las CC AA pero no se mete en la elaboración de sus Presupuestos y en cuales deben ser las partidas de ingresos y gastos. Por eso es muy difícil vender a los ciudadanos de Cataluña un  izquierdismo patriota cuando a cambio de recortar en sanidad y en otros servicios sociales se incrementan los gastos en campañas independentistas internacionales, se mantienen embajadas en el extranjero, se financia una televisión autonómica con 4 canales y se gastan preciosos recursos públicos en doblar películas al catalán, entre un largo etcétera de despilfarros.
Solo faltaría añadir el robo de los ordenadores de Bárcenas, el hombre con el que ya no se mantenía relación y la posible ruptura entre el PSOE y el PSC, no por razones ideológicas precisamente.
Lo dicho, mucho morro y mucho caradura.

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