domingo, 29 de mayo de 2011

LOS NUEVOS PARADOS

Estos días se van a incorporar a las listas del INEM, ese organismo público que no luce precisamente por su eficacia, un montón de nuevos parados. No son pobres albañiles, fontaneros, escayolistas o pintores que la explosión de la burbuja inmobiliaria ha dejado en la calle, tampoco empleados de miles de comercios y pequeñas y medianas empresas que han cerrado por doquier, ni ese 45% de jóvenes que no pueden dar palo al agua, todos esos ciudadanos, que llevan tiempo en el calvario de la crisis, tienen nuestra solidaridad y nuestro respeto, los que ahora van a ejercer de desocupados son cientos de concejales y alcaldes y también algún presidente de comunidad autónoma al que le quedan dos telediarios. A todos ellos los van a acompañar los estómagos agradecidos, esos que se ha dado en llamar “pesebreros”, que ocupaban cargos de confianza o de libre designación en empresas públicas municipales y autonómicas y fundaciones y chiringuitos varios. De esos no sentimos ninguna lástima porque conocemos sus biografías y sus metamorfosis. Algunos, en sus desesperación, tienen ahora una risa histérica y hablan desconcertados, como si no se creyeran lo que les ha pasado, como si el mundo les hubiera caído encima, cuando solo fueron los ciudadanos, con sus votos, quien los han puesto en su sitio.
Unos cuantos llevaban tiempo preparando un retiro dorado, como los de los ERES falsos de Andalucía, a otros, ya entrados en años, no les quedará otro remedio que jubilarse aunque, eso sí, perdiendo una parte importante de la pensión, pero los únicos que nos preocupan son los que no tienen ninguna salida económica, ningún modus vivendi a la vista, no por la grave situación personal en que se van a encontrar, naturalmente, sino porque ahora van a tener tiempo sobrado para maquinar. Veremos, sino al tiempo, como resurgen los agitadores, los izquierdistas, los sindicalistas de clase, los que quieren librarnos de esa derecha tan peligrosa, sobre todo para ellos.
A muchos los hemos conocido en otros tiempos, antes de que vendieran la primogenitura de los ideales y del libre albedrío por el plato de lentejas del servilismo. Entonces nos engañaron, pero no podrán hacerlo nunca mas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario