martes, 19 de octubre de 2010

OTRA VEZ FRANCIA


Muchas veces los galos han sido vanguardia y protagonistas principales, para bien o para mal, de los avatares de Europa. No vamos a hacer un recorrido por la historia del país vecino porque tendríamos para largo, solo resaltar que muchos de los grandes cambios, modas y revoluciones, a las que el resto de los europeos nos hemos apuntado posteriormente, han nacido en las tierras inmediatamente al norte de los Pirineos. Los franceses, como pueblo, tienen grandes defectos, nosotros los españoles tenemos otros, pero tienen unas cuantas virtudes entre las que, para mí, sobresale el no tener ningún miedo a lo nuevo, es más, les encanta innovar en todos los campos de la actividad humana, incluida la política. No es de extrañar que gente de mente lúcida, como Jovellanos o Goya, fueran grandes admiradores de lo francés, hasta que Napoleón se metió con España, claro. Que terrible contradicción para un progresista tener que defender algunas cosas en contra de tus mas enraizadas creencias, pero seguimos siendo animales territoriales y la defensa de la propia tierra, de la patria, no admite medias tintas. Por eso fuimos enemigos de Roma y de Francia.
Cuando el absolutismo de las monarquías europeas tenía sumidos a los pueblos en la miseria y el hambre, fueron los franceses los que se echaron a la calle y pusieron a funcionar la guillotina. ¿Quién se podía imaginar, en el Viejo Continente, que los trabajadores y los estudiantes iban a poner en jaque al Gobierno francés y al status quo capitalista en plena "Guerra Fría". Mayo del 68 y Dani "el rojo", aunque no triunfaron, sí forzaron un cambio de timón. Ahora, en pleno mes de Octubre, la misma hoja del calendario de otras heroicas revoluciones, el pueblo francés está en pie de guerra. Sindicatos de los de verdad, como la CGT, bien organizado, con bolsas de resistencia que permiten mantener huelgas indefinidas, y las asambleas de estudiantes, que salen de los liceos con el cuchillo entre los dientes, ponen en jaque el nuevo orden que quieren imponer los que piensan que se ha terminado la Historia con el triunfo del mercado sobre la vida de las personas, del capitalismo sobre el proletariado.
En Francia quieren subir la edad de jubilación de los 60 a los 62 años, pero no se podrá cobrar el 100% hasta los 67 años. Como aquí, dicen que no hay dinero, que son reformas imprescindibles. ¿Sabe usted lo que ha costado el portaaviones nuclear "Charles de Gaulle", incluidos los aviones "Rafale" navalizados? ¿sabe usted lo que que cuesta al contribuyente fracés mantener una fuerza atómica estratégica con vectores en tierra, aire y carísimos submarinos nucleares?¿sabe usted lo que nos cuesta a los europeos mantener en Bruselas a 80.000 burócratas?. Solo son algunos ejemplos de en que derrochan nuestro dinero los gobiernos que nos quieren amargar la existencia.
¿Volverá a ser Francia la luz que alumbre el camino? ¿se levantarán también aquí los estudiantes, los jóvenes, contra el negro futuro que les están construyendo?. Sea como fuere, la Historia y la lucha no se han terminado. Solo nos queda decir a los franceses algo en su propio idioma, ¡chapeau!.

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